HERÁCLITO DE EFESO (~ 500 a.d.C.)
HERÁCLITO DE EFESO (~ 500 a.d.C.)
Este pensador significa un paso más en el progreso desde la religión a la filosofía. Al menos, parece más avanzado que los anteriores, aunque tampoco se puede afirmar esto con seguridad, ya que de aquellos se conserva muy poco.
De Heráclito conservamos más de 100 fragmentos, que nos permiten hacernos una idea más cabal de su pensamiento.
Su filosofía, por otra parte, continúa desarrollando la idea, ya presente en las religiones prefilosóficas, de la lucha entre dos potencias opuestas (v.gr., ‘caos’ y ‘orden’). Su argumentación es como sigue:
- Antítesis entre experiencia y razón:
- Flujo incesante de las cosas y del sujeto cognoscente
- Exigencia de la ‘razón’: noción de lo Uno divino
- Conciliación de las antíitesis:
- Valor y dificultad del conocimiento
- Condición del verdadero conocimiento: la fe.
- El camino de la sabiduría: conócete a ti mismo.
- Razón divina inmanente.
- Enseñanza de la razón:
- Identidad de lo Uno eterno (FUEGO) y del devenir universal
- La realidad del ser como despliegue de opuestos y armonía de contrarios (dialéctica)
- La GUERRA, madre y reina de todas las cosas.
Heráclito, como vemos, continúa manteniendo conceptos procedentes de la religiones antiguas orientales. Sigue interesándose por esa unidad universal, eso que antes llamaban arjé y él llama ‘uno divino’.
Lo identifica con el ‘fuego’ pero no con el fuego como elemento físico, sino más bien simbólicamente en el sentido de guerra, de lucha de tendencias opuestas /de ‘caos’ y ‘orden’, por supuesto).
Para él, en efecto, la unidad universal radica precisamente en ese eterno cambio que confunde nuestros sentidos. En el fondo está de acuerdo con Tales de Mileto y su idea del ‘flujo universal’ (“Todo cambia, nada permanece“).
