Los pitagóricos o Itálicos
Los pitagóricos o Itálicos
Nos trasladamos seguidamente desde las costas del Asia Menor hasta el Sur de Italia, lugar adonde tuvieron que emigrar muchos de los habitantes de las colonias jónicas ante el avance de los persas.
Allí, así como también en la isla de Sicilia (ver mapa), se fundaron varias ciudades griegas, cuyo florecimiento permitió el ulterior desarrollo del pensamiento filosófico.
PITÁGORAS DE SAMOS (500-496 A.D.c.)
Los ‘pitagóricos’ constituían una especie de secta mística, y vivían en una especie de ‘monasterio’ en la ciudad de Crotona (ver mapa).
Su jefe era Pitágoras de Samos, famoso no sólo por sus descubrimientos matemáticos (v.gr., el conocidísimo Teorema de Pitágoras), sino también por haber sido el primero en emplear el término ‘filósofo’ para designarse a sí mismo, en el sentido de ‘amante de la sabiduría’.
El pensamiento de los pitagóricos puede resumirse como sigue:
- La filosofía como medio de purificación espiritual
- Doctrinas:
- Inmortalidad del alma
- Transmigración de las almas (‘reencarnación’)
- Ciclo de las cosas
- Parentesco de los vivientes.
Como puede verse, el pensamiento pitagórico está muy relacionado con las religiones de su tiempo (especialmente con el ‘orfismo’), e incluso con las de las civilizaciones orientales más antiguas.
- El alma, principio de movimiento
Una idea que ya vimos en Tales de Mileto y que se refiere indudablemente a la potencia intrínseca del principio caótico originario.
- El universo viviente: RESPIRACIÓN (vida) - VACÍO (muerte)
Los puntos, sin embargo, más interesantes y originales del pensamiento de los pitagóricos se encuentran en su ‘teoría de los números‘, o intento (el primero de la historia) de interpretar la realidad en términos matemáticos.
- Los NÚMEROS, esencia de las cosas:
- Dualidad PAR (ilimitado) – IMPAR (limitado)
1 + 1 = 2
1 + 2 = 3
1 + 3 = 4
- Mutabilidad de los números e inmutabilidad de ‘lo uno‘.Tendencia a las oposiciones
La ‘TETRACTYS’:
La ‘Tetractys’, número sagrado en que se basan los demás números, constituía para los pitagóricos el secreto para interpretar toda la realidad.
Sin embargo, no se trataba, por supuesto, de una interpretación matemática al estilo actual.
Los números, para los pitagóricos, eran símbolo de las cosas (al fin y al cabo, ellos precisamente eran una secta religioso-filosófica), y en esa creencia radicaba su interpretación numérica del universo.