Oontología el concepto del Ser

EL SER COMO OBJETO DE LA ONTOLOGÍA.

La Ontología se ocupa del estudio del ente en cuanto tal, es decir, del ente en cuanto que es ente.

No es objeto de la ontología determinar que ente es este o aquel ente, sino de la determinación de lo que hace que éste y aquél sean entes.

Si afirmamos que ente es cada cosa que es, podemos preguntarnos qué es aquello en Io que todos los entes coinciden, qué es lo que tienen en común, cuáles son sus notas o características comunes.

Ante esa pregunta, podemos responder que los entes, considerados como entes, sólo tienen una característica en común: el ser; lo único que podemos decir de todos, independientemente de sus variaciones, es que SON.

LA NOCIÓN GENÉTICA DE SER. Sabemos cómo es que se origina la noción de Ser: por abstracción. En efecto, podemos proceder abstrayendo cada una de las características más general: la de ser.

El ser aparece así como el concepto más abstracto que el hombre se puede formar a partir de los entes concretos; el ser es la noción abstracta del ente.  

EL PROBLEMA DE LA DEFINICIÓN DE "SER". Esta característica de la noción de Ser (que tiene una sola característica) se constituye en el primer obstáculo para llegar a una definición de esa noción.

En las reglas de la correcta definición lógica estudiamos que la definición debía hacerse a partir del género próximo y la diferencia específica; pero ello supone que existen otros conceptos con los cuales comparar el concepto a definir.

Vemos claramente que una noción que sólo tenga una característica es la más general posible y, por tanto, indefinible lógica­mente hablando.  

LOS ASPECTOS DEL SER.

Hessen distingue entre dos aspectos que "constituyen la naturaleza del ser": el ser ahí y el ser así. Entiende Hessen que el ser ahí, significa que un ente es, que algo es el ahí; mientras que el ser así, sería el correlato lógico del ser ahí.

Esta distinción es similar, aunque no idéntica a la diferencia que establecían los escolásticos entre esencia y existencia; refiriéndose la primera al contenido del ser, mientras la segunda se refería a la presencia real del ser.

LO GENERAL Y LO INDIVIDUAL.

La primera pregunta que se presenta cuando investigamos la naturaleza de las formas del ser así, es la de si hay un ser así general.

Hessen responde que en la esfera de lo ideal se presentan a la conside­ración racional serán así de naturaleza general, como el ser lógico, el matemático, el valor ético, por ejemplo.

Pero, se da cuenta también de que en la esfera de lo real, todos los seres se presentan como individuales, esto es, como singulares, únicos e indivisibles.

Obviamente, esta constatación al nivel de lo real, nos lleva a un problema, pues nosotros, al comprender los seres así de la realidad, lo hacemos bajo conceptos ge­nerales, como los de género y especie.

Para llegar a los conceptos generales, debemos partir de algo en la realidad en las cosas que fundamente la formación de esos con­ceptos la inteligencia; Hessen considera que ese fundamento está en las característi­cas comunes del ser así.

Descubrimos, pues, que los conceptos generales son univer­sales en la mente, pero con fundamento en las cosas.

LO FINITO Y LO INFINITO.

Otra dualidad que se presenta al considerar las formas del ser, es la existente entre lo finito y lo infinito.

Todos los seres así se nos presentan como limitados, como finitos, en cuanto que algo les falta, en cuanto no son algo.  

Vemos, pues, que existen muchas características posibles del ser, pero que no coinciden en todos los seres así.

Se ha acuñado un concepto que reúna todas las características posibles del ser, que se entiende como una  realización de todas las posibilidades en la inteligencia, aparece así, pues, la noción de ser infinito.

EL SER REAL.

El primer modo de ser ahí es ser real, entendido como ser existente.   

Se considera que un ser real es existente de tres modos diversos:

a) el ser inmanente a la conciencia, es decir, como un pensamiento, un sen­timiento, un dolor, etc.

b) el ser inmanente-transcendente, es decir, es un contenido de conciencia originado por causas externas, como una percepción, que si bien se da den­tro de la conciencia, está causada por factores externos a la conciencia.

c) el ser trascendente, es decir, el conjunto de factores reales que provocan en nosotros una apariencia; se trata del ser real independientemente de la cognición.

EL SER IDEAL.

El Ser ideal es aquel al que no puede accederse por la experiencia, sino sólo por la conciencia misma.

Podemos enunciar, con Hessen, cua­tro características del ser ideal:

a) El ser ideal está fuera de toda relación espacial.

b) El ser ideal está fuera de toda relación temporal.

c) El ser ideal está fuera de toda relación causal.

d) El ser ideal no puede ser captado por los sentidos.

MODOS DEL SER  IDEAL.

Hessen propone tres modos del ser  ideal:

a) El ser lógico, que se da en la forma del contenido del  pensar.

b) El ser matemático, que se da en las leyes y nociones matemáticas.

c) El ser axiológico, que se da en los valores.

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