Galileo Galilei
Según este autor, conocido, entre otra cosas, por ser uno de los máximos difusores de la ‘teoría heliocéntrica’ de Copérnico, no se pueden observar los hechos directamente (ya que los sentidos nos pueden engañar), sino que hay que tener previamente una idea clara de lo que se va a observar.
El proceso se basa, según él, en los siguientes presupuestos:
a) ABSTRACCIÓN MATEMÁTICA: Antes de la observación empírica se hacen los cálculos matemáticos correspondientes, basados en fenómenos ideales (‘abstractos’, como las ideas platónicas=, irreproducibles en la realidad ; ej.:
- Esfera que rueda sobre un plano (no existen esferas ni planos perfectos en la realidad)
- Móvil de velocidad constante (debido al rozamiento, no se pueden mantener tales condiciones)
- Caída libre de los cuerpos, con aceleración constante (igualmente imposible, por la misma razón).
b) La experiencia se puede reducir a esquemas matemáticos (la ‘abstracción matemática’ nos permite reducir la experiencia a MAGNITUDES, es decir,<span estilo7"="" style="font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: italic; font-: 14px; font-weight: bold; color: rgb(51, 0, 0);"> tipos de realidad dentro de las cuales un ente puede compararse con otro del mismo tipo)
Hay dos magnitudes básicas, las mismas que se venían manejando desde los tiempos de Platón:
a) Extensión (magnitud espacial) – ESPACIO
b) Duración (magnitud temporal) – TIEMPO
Si consideramos, además, como axioma que la cantidad de ‘materia’ permanece constante en cualquier cambio, entonces deja de ser importante (al menos para la ciencia) el tema de si esta materia existe o no, cosa que preocupaba mucho a los griegos, como hemos visto.
Este problema tan molesto desaparece al quedar la racionalidad matemática misma convertida en la constitución misma de la realidad, como ocurres con el nuevo concepto de ‘materia’.
Con lo cual volvemos, como decíamos, a Platón y a si ‘teoría de las ideas’ o, mejor dicho, a los pitagóricos (los números, esencia de las cosas), aunque, por supuesto, con un punto de vista más actual.
El resultado de todo esto son los ‘Principios Fundamentales de la Física‘ de Galileo: