Ratios (I)
Analizaremos aquí los ratios más significativos:
Solvencia: fondos propios / total pasivo
Mientras mas elevado sea este ratio mayor es la solvencia de la empresa, por tanto, más preparada está para poder atravesar situaciones de dificultad sin comprometer su viabilidad.
No obstante, unos fondos propios excesivamente elevados penalizan sus ratios de rentabilidad, ya que habría que distribuir los beneficios entre un mayor volumen de fondos propios. El mercado penaliza esta situación.
Nivel de endeudamiento: endeudamiento bancario / total pasivo
Mientras más elevado sea este ratio más inestable es la estructura finaciera de la empresa. El endeudamiento bancario tiene un coste, y si este endeudamiento es muy elevado, la empresa puede tener problemas para atender su pago en momentos de caída de ventas.
Además, la empresa será muy dependiente de la decisión de los bancos de renovar o no a su vencimiento los créditos concedidos. Si un banco decidiera no renovar, la empresa podría tener serios problemas de financiación.
Además, hay que tener en cuenta que la banca suele retirar su apoyo en momentos de dificultades, justamente cuando más necesitada está la empresa de financiación.
Liquidez: activo circulante / pasivo circulante
Activo circulante: parte del activo que va rotando (existencias, clientes, disponible, etc.), generando liquidez con la que la empresa puede atender sus pagos.
Pasivo circulante: deudas de la empresa que vencen antes de 1 año.
La liquidez determina la capacidad que tiene la empresa de poder atender sus pagos.
Si una empresa tuviera problemas de liquidez, podría no ser capaz de hacer frente a sus deudas, lo que le llevaría a la suspensión de pagos.
Este ratio debe ser mayor que uno (el activo circulante mayor que el pasivo circulante), e, incluso, la empresa debe disponer de algún margen de seguridad (valor del ratio de 1,5 o 2).
Rotación de mercaderías: Coste de las ventas / existencias medias
Coste de las ventas: es el coste de las existencias vendidas (este dato figura en la cuenta de resultados).
Existencias medias: es el volumen medio de existencias que mantiene la empresa a lo largo del año. Como este dato no se conoce hay que estimarlo:
Si sólo se disponen de datos de fin de año, se calcularía sumando las existencias en balance al cierre del año anterior y las existencias en balance al cierre de este año, y dividiendo la suma entre dos.
Habría que tener cuidado con la posible estacionalidad, ya que si, por ejemplo, las ventas de la empresa se concetran en el 1º trimestre, entonces es previsible que a diciembre tenga los almacenes repletos de existencias, por lo que al aplicar esta fórmula se obtendría un volumen de existencias medias muy elevado, que no se correspondería con la realidad.
Mientras mayor sea este ratio, más eficazmente gestiona la empresa sus existencias. No hay que olvidar que las existencias tienen un coste de financiación, luego, mientras más rápido roten más ajustado será el stock que se tiene que financiar.
No obstante, un almacén excesivamente bajo implica el riesgo de que la empresa reciba un pedido de un cliente y no sea capaz de atenderlo con la rapidez necesaria, perdiendo el pedido y, probablemente, el cliente.
Plazo de cobro: ( saldo medio de clientes / cifra de ventas ) * 365
El saldo medio de clientes se calcula de la misma manera que las existencias medias, sumando los importes de esta partida de balance al cierre del año anterior y de este año, y divididendo la suma entre dos.Hay que tener presente que lo importante no es sólo vender, sino que hay que cobrar esas ventas. Es frecuente el caso de empresas que han desaparecido por incrementar mucho sus ventas y tardar en cobrarlas.
No se olvide qe cualquier partida del Activo tiene un coste de financiación, por lo que un importe elevado de clientes implica un notable coste para la empresa.
Por tanto, mientras más corto sea el plazo de pago de nuestros clientes menor será el coste de su financiación.
Plazo de pago: ( saldo medio de proveedores / compras del año ) * 365
La situación aquí es justo la contraria que en el caso anterior: los proveedores son una fuente de financiación (financian las materias primas y productos adquiridos), normalmente más barata que otras, por lo que mientras más se tarde en pagarles, mayor será su saldo y, por tanto, la empresa se beneficiará en mayor medida de esta financiación.
No obstante, el retardo en el pago tiene un límite:
Por una parte, un retraso en el pago a los proveedores puede ser un indicio de que la empresa tiene problemas de liquidez que le lleva a retrasar sus pagos.
Por otra parte, un retraso excesivo en el pago a proveedores podría llevar a éstos a dejar de suministrar a la empresa.