Cómo aplicamos la perspectiva de género
La llegada a la educación de la perspectiva de género se ha formalizado a través del concepto COEDUCACIÓN.
Como señala Amparo Tomé, “el modelo de escuela coeducativa presupone que el profesorado reconoce las formas con las que el sexismo se manifiesta en el centro e incluso llega a reconocerse como parte implicada en la producción de esa desigualdad.” (Tomé 1999, 174).
Por lo que, lo primero que hay que hacer es una formación del profesorado, primer objetivo que marcábamos en el curso: crear una visión de la realidad social desde la perspectiva de género.
Para alcanzar este objetivo, hemos expuesto en esta primera parte del curso conceptos necesarios para analizar la sociedad desde otros términos y la corriente teórica (el feminismo) que trabaja sobre esto, así como la necesidad de dicho enfoque.
Ahora, vamos a señalar una serie de pasos que deberíamos seguir para que este nuevo enfoque llegue a nuestras aulas, en los cuales incluimos como primer paso esa toma de conciencia previa. Queremos insistir en esto porque sin un aprendizaje propio no se puede hacer una trasmisión al resto.
1. Toma de conciencia y formación de la persona docente.
2. Cambio de prácticas propias como docente.
3. Uso de un lenguaje incluyente.
4. Uso de materiales que muestren otra realidad.
5. Ocupación del espacio en el aula.
6. Conocimiento aplicado, llevarlo a su cotidianidad.
7. Disfrute de las nuevas formas de visión y relación.
Hemos realizado esta numeración para facilitar la construcción de las ideas. Todas estas facetas están interconectadas y se encuentran unas dentro de las otras, pero las separamos para darle más énfasis y para facilitar el trabajo.