Uso del lenguaje
En muchas ocasiones, como se pone de manifiesto en el curso de Lenguaje incluyente de AulaFácil, se usa la excusa del aumento de trabajo para no usar el lenguaje inclusivo. El escribir o decir otras y otros parece que trae consigo un gran esfuerzo. Esto es algo que tenemos que desechar (como bien se nos apunta en el curso).
El que una persona nombre a las niñas que hay en su clase genera muchos más cambios de los que somos conscientes. El nombrar las profesiones en femenino, es algo muy fácil y abre importantes oportunidades a las personas. Por ejemplo, como ya antes mencionábamos, el pensar que un niño al que le encanta bailar pueda ser bailarín, o el que una niña a la que le gusta la ciencia pueda ser matemática o física.
Además, no sólo hemos de usar nosotras/os el lenguaje incluyente sino que tenemos que promover su uso. A través de los carteles que se pongan en el centro, a través de actividades que hagan a las niñas y los niños (o adolescentes y adultos) usarlo.
Se puede trabajar a través de la escritura, en las redacciones que se hagan en clase o casa. También por medio de debates que se hagan sobre algún cortometraje o vídeo que se comparta. A partir del análisis de la información que encontramos en los libros de texto que usamos en las clases. Otra forma sería, compartiendo las vivencias y el lenguaje que se usa en el hogar, frases hechas o refranes. Analizando el lenguaje que se usa en los programas de televisión que ven, en los mensajes que se mandan por Whatssap o por el Facebook.
El análisis de la palabra hablada y escrita, del lenguaje gestual, del lenguaje fílmico y publicitario es crucial para comprender cómo construimos el género, cómo se reproduce y cómo nos afecta.
En la web, encontramos mucho material para realizar dichos análisis como esta Guía de análisis de cortometrajes desde la perspectiva de género.