Como evitar el masculino genérico
A pesar de nuestra reflexión, las claves aquí las daremos para aquellas personas que deseen usarlas. Después de todo, el masculino genérico es una forma más de las que el lenguaje prevé para nombrar las diferentes realidades. Sin más, pasamos a dar dichas claves:
- Intentar, siempre, utilizar términos que incluyan a mujeres y hombres. Por ejemplo, en vez de decir “todos asistieron al acto”, decir “todas las personas asistieron al acto”. Atender a otras formas de decir aquello que pretendemos.
- Prestar atención a los gentilicios como “los chilenos”. Podríamos escribir “el pueblo de Chile”.
- Utilizar las innumerables opciones que nos ofrece nuestra lengua en sustantivos genéricos y colectivos que designan a ambos sexos: frente a “los trabajadores”, “la plantilla” o “el personal”. Los genéricos resultan de gran utilidad en el lenguaje administrativo: frente a “los jóvenes”, “la juventud”; ante “los ciudadanos”, “la ciudadanía”; en vez de “los empresarios”, “el empresariado”. Otros sustantivos genéricos muy útiles en la práctica son: personaje, colectivo, grupo, equipo, colectividad, asociación, etc.
- Los sustantivos abstractos nos abren también un gran campo de posibilidades: sustituir “los directores” por “dirección”, “los jefes” por “jefatura”, “los ponentes” por “la ponencia”, “los voluntarios” por “el voluntariado”, “los concejales” por “la concejalía”. En este caso, resulta de gran utilidad la mera omisión del determinante: “podrán acceder al puesto los profesionales…” se quedaría en “podrán optar a la plaza profesionales…”.
- El pronombre "se" ofrece otras alternativas que pueden utilizarse. Veamos un ejemplo: en vez de “cuando el cliente exija una factura…”, podríamos decir ”cuando se exija una factura…”.