La intersexualidad
Aquí entramos en lo que se diría “rizar el rizo”, ya que si habíamos creído haber captado las diferentes categorías que transitan en torno al binomio (mujer/hombre), lo cierto es que existen muchas otras posiciones e identidades que se han creado para romperlo (como ha sido el caso de los movimientos queer) y otras que, habiendo estado siempre ahí, nunca se habían visibilizado por el hecho de que estas dos categorías eran las únicas que se consideraban dentro de la norma.
Este último caso es el de las personas intersexuales. Hablar de las personas intersexuales ha sido muy relevante en el ámbito del género. Para Colombia Diversa y Cinep (2007, p. 30), las personas intersexuales “son personas que biológicamente desarrollan las características físicas y genitales de los dos sexos” (entre-sexos).
El caso más conocido de intersexualidad es el de las personas hermafroditas pero no es el único ya que existen numerosas personas que han nacido sin una definición biológica normativa que respondiera a lo que se espera socialmente que una persona debiera ser: hombre o mujer.
Nombrar estas realidades depende de cómo las personas deseen hacerlo ya que, si bien hay personas intersexuales que desean visibilizar esta cuestión y desarrollarse bajo ningún género ni definición concreta o incluso asentado la intersexualidad como un tercer género; existen otras que simplemente han deseado (mediante intervención quirúrgica o no) hacer su vida a través de un género concreto: como hombres o mujeres.
En cualquier caso, la visibilización de la intersexualidad y de sus múltiples formas ha sido clave para hacer ver que no existen únicamente dos sexos biológicos en la realidad humana y que lo único que ha asentado el binomio de dos únicos sexos ha sido una construcción social que se ha impuesto sobre otras.