Para finalizar
Con las migraciones acaba nuestro recorrido por esto del lenguaje y sus consecuencias y dimensiones.
Esperamos que el propósito inicial que era conseguir recapacitar sobre cómo usamos el lenguaje y qué imaginarios (a veces discriminatorios) reproducimos en nuestros discursos, se haya conseguido.
También esperamos que nos haya servido para tener un impulso inicial en esto de ser personas más incluyentes y que nos haya ayudado a ver las diferentes realidades desde otro prisma.
Somos conscientes de que muchos asuntos se han podido quedar en el tintero pero hemos intentado rescatar aquellos que, socialmente, hemos considerado de “mayor actualidad” (que no urgencia).
Con todo, no queremos despedirnos sin poner el acento en que las definiciones (ya sean incluyentes o no), no dejan de ser definiciones que encierran a personas muy diferentes en patrones comunes. Aun así, es necesario visibilizar esas otras realidades bajo determinados términos a veces por estrategia, para empezar a desquebrajar otras definiciones como las normativas e imperantes.
Nos vamos con una cita de Yuderkys Espinosa que apunta esta misma inquietud en este sentido:
Aceptada ya la existencia de la Diferencia y su necesidad de integrarla, aún seguimos preguntándonos cómo se hace eso: (¿será que es posible integrar a esa otra que no es? ¿Será que al fin “será” ése que no es, al ser integrado? ¿Será que ésta es la lógica de la pregunta o hay en ella una trampa?). (Espinosa, 2007, p. 39).