Prehistoria en la Península Ibérica: Curiosidad. Los enterramientos en el Paleolítico
Muchas teorías e hipótesis se suceden en torno a los enterramientos que comenzaron en el Paleolítico Medio con el Hombre de Neandertal y continuaron en el Superior con el Homo Sapiens; siendo por tanto un fenómeno complejo y prácticamente desconocido para los historiadores.
La mayoría de los cuerpos encontrados son de varones, generalmente adultos, aunque también se enterraban a niños; lo que no significa que las mujeres no eran enterradas. Y no solo eran enterramientos individuales, también se hacían grupales.
Los lugares más frecuentes para las inhumaciones eran los suelos de las cabañas, cuevas, riscos y lugares en cierto modo “conocidos”.
En muchos de los enterramientos, el cuerpo aparece en posición fetal (aunque parece que no era una norma a seguir) y se acompañaba de restos de caza (huesos) quemados, herramientas e incluso abalorios ornamentales a modo de ajuar; esto puede indicar la existencia de una creencia en el más allá (este ajuar serviría para la reencarnación o como ofrenda a los dioses).
El ajuar no siempre era el mismo, variando en función del individuo en cuestión, pero no debemos ver esto como un símbolo de posición económica dentro del grupo, sino como de jerarquía, de posición, de estatus en lo que a prestigio y liderazgo se refiere.
Algunos cuerpos aparecen cubiertos de una capa de polvo ocre; algo que ciertos investigadores creen que es debido a la tintura que se usaba para tratar las pieles, otros a un uso desinfectante, como medida sanitaria.
Pero aunque hablemos sobre enterramientos, hubo una costumbre ciertamente “inquietante”, la del canibalismo ritual, pues se ha constatado que en algunas ocasiones se comían el cadáver del fallecido, posiblemente como método de “obtención” de energía y sabiduría del difunto; aunque nada de esto está comprobado, evidentemente.
Recreación de enterramiento neandertal.
Fuente: www.kidspast.com