Pueblos Prerromanos en la Península Ibérica
Hasta la definitiva llegada de los romanos a la Península Ibérica y su dominio de la misma, dicho territorio era una amalgama de pueblos y culturas con mayor o menor grado de desarrollo y civilización, así como de contacto con los pueblos mediterráneos que empezaban a asomarse por la península. Estos pueblos los podemos aglutinar en 4: Tartessos, Íberos, Celtas y Celtíberos, que acabarán bajo dominio romano con mayor o menor aceptación de su suerte y con más o menos resistencia.
Tartessos:
Pueblo que históricamente está rodeado de un halo de misterio por lo complicado de su estudio, habiendo opiniones dispares sobre su verdadera existencia o no (ciertos estudiosos afirman que su aparición en diversos textos es mera ficción). Parece ser que sería una civilización muy rica y que desarrolló una actividad comercial profusa con los pueblos del Mediterráneo e incluso con las Islas Británicas. Estaba ubicada en la zona de las actuales Huelva, Cádiz y Sevilla (como podemos ver en el mapa), zona de abundantes recursos materiales y con una ubicación geográfica ideal para las labores comerciales. Parece ser que en la 2ª mitad del primer milenio, los cartagineses, en su voraz búsqueda de recursos tras su derrota en la I Guerra Púnica someterán y eliminarán a este pueblo.
Es especialmente llamativo el denominado "Tesoro del Carambolo" (aunque como todo lo relacionado con Tartessos despierta grandes dudas, pues algunos dicen que el tesoro es de origen fenicio, hipótesis que cada vez cobra más fuerza entre los expertos) formado por 21 objetos (16 placas rectangulares, 2 pectorales o colgantes, 1 collar y 2 brazaletes) de oro de 24 quilates.
Mapa de Tartessos y su zona de influencia.
Fuente: https://jonkepa.files.wordpress.com/2010/01/mapas-imperiales-imperio-de-tartessos.jpg
Celtas:
Proceden de centroeuropa y ocuparán la zona norte peninsular alrededor del siglo IX a.C. Se dedicarán a la ganadería, aunque también a la agricultura, principalmente trigo. No tienen moneda, por lo que se puede intuir que su actividad comercial era escasa (trueque); tampoco tendrían escritura, lo que habla muy a las claras de su desarrollo cultural. Habitarán en emplazamientos fortificados (denominados castros), tendrán cierto dominio de la metalurgia con el paso de los siglos y ejercerán una fuerte resistencia a la ocupación romana de sus territorios.
Los celtas aglutinarán a vacceos, vetones, vascones, cántabros, galaicos, astures y lusitanos.
Toros de guisando.
Íberos:
Procedentes del norte de África, se asentarán en las costas del sur y levante peninsular hasta Cataluña. Reciben una fuerte influencia de los pueblos más desarrollados del Mediterráneo, como los fenicios y los griegos; de manera que tienen alfabeto y moneda. Será una sociedad organizada en torno a una fuerte jerarquía, que se dedicará a la ganadería, la agricultura (plantas para hacer tejidos, cereales, vid y olivo), la minería y el comercio. Como elemento destacado y que refuerza la idea de su avanzado desarrollo cultural está el uso del torno de alfarero para realizar cerámica, el arado, el hierro y el salazón.
Los íberos aglutinarán a turdetanos, oretanos, bastetanos, contestanos, lacetanos, indigetes, baleáricos, ilergetes, edetanos y layetanos.
Dama de Elche.
Celtíberos:
Ocuparán el centro peninsular y se van a caracterizar por ser un pueblo temido por sus actos de barbarie y vandalismo. Serán cotizados mercenarios, con un fuerte sentido del valor, el honor y la honra. Van a ofrecer una feroz resistencia frente a la ocupación romana. Uno de los casos más famosos de esta ferocidad fue el del asedio a Numancia por parte del ejército romano y su resistencia, como puedes ver aquí y aquí.
Por su parte, los celtíberos aglutinarán a arévacos, celtíberos y pelendones.
