El latín vulgar
El latín vulgar era el hablado por el pueblo y por las familias. Se caracterizó por el uso espontáneo y fácil de la lengua sin tener en cuenta sus normas de uso. Como lengua viva evolucionó y tuvo variantes dialectales: primero en las regiones italianas y más tarde en los diversos territorios del Imperio (latín “hispano”, “galo”, “africano”, etc.).
El latín vulgar coexistió con el latín culto pero, sobre todo, tomó importancia en los últimos tiempos cuando evolucionó y se fragmentó. Esta fragmentación del latín vulgar se acelera y se acentúa hasta que se convierte en otra lengua, distinta de la tradicional, pero con muchos elementos comunes. La diferencia llegó a ser reconocida y en el siglo IX d.C. empezó a hablarse de una “lingua romana rustica” ("latín de los campesinos"). Esta lengua dio lugar a la aparición de las lenguas románicas.