Espartiatas
Los espartiatas eran la minoría privilegiada, podían participar en la Asamblea y votar.
Eran los dueños de la tierra: poseían una parcela de tierra que le entregaban al nacer y que le pertenecía hasta la muerte. Cuando morían, esa parcela, junto con los esclavos que la trabajaban, volvía a cargo del Estado, que se la daría a un espartano recién nacido. Junto con la tierra, recibían unos ilotas.
El lote (la tierra y los ilotas) no podía ni venderse ni comprarse. Con lo obtenido de la tierra, 1/4 se lo quedaba el ilota, 1/4 se lo quedaba el espartiata y su familia. El resto lo debía aportar para pagar gastos del Estado. No se podían enriquecer con lo obtenido de la tierra. Los ciudadanos tenían prohibido el comercio.
Algunos podían perder sus privilegios o derechos, como por ejemplo los acusados de atimía.