El Positívismo Lógico
El positivismo lógico se origina como resultado de muchos factores e influencias y tiene sus antecedentes en el materialismo, el neokantismo y el sensacionismo.
El neopositivismo, positivismo lógico o empirismo lógico, se caracteriza esencialmente por:
1. Empirismo radical. Un enunciado sólo tiene sentido si es verificable, y sólo en ese caso puede ser considerado científico.
Distinguen tres tipos de enunciados: los enunciados metafísicos carentes de sentido, los enunciados científicos, verificables y los enunciados lógicos y matemáticos, tautológicos. Preponderancia de los enunciados observacionales, la ciencia comienza con la observación.
2. Rechazo de la metafísica. Estos autores consideran que los enunciados de la metafísica no tienen significado, y por tanto, se oponen radicalmente a la metafísica.
3. Intervención de la lógica matemática. Las definiciones de los términos teóricos deben ser expresables matemáticamente.
Como un enunciado que usa términos teóricos debe ser reducible a términos observacionales, las expresiones matemáticas que traducen esos términos no son más que convenciones para expresar relaciones mantenidas por los fenómenos.
Las teorías deben ser algo axiomatizable, es decir, expresable según la lógica matemática.
Las teorías científicas, según los positivistas, sirven para caracterizar o esquematizar las regularidades fenoménicas a través de términos teóricos, los cuales deben ser definidos explícitamente en términos observables.
Los términos de esta axiomatización, puede subdividirse en términos lógicos y matemáticos por una parte, términos matemáticos, de otra y en tercer lugar, términos observacionales.
Así, en la axiomatización se deben incluir definiciones explícitas de términos teóricos en forma de términos observacionales, y la definición se explícita a través de reglas de correspondencia.
Se distinguen dos tipos de enunciados: las proposiciones sintéticas, que expresan hechos y su validez consiste en su verificabilidad en el dominio de los hechos, y las proposiciones analíticas, que son válidas independientemente de los hechos.
Según los neopositivistas, existen dos lenguajes: el teórico y el observacional. Ambos están conectados por definiciones coordinadas o reglas de correspondencia.
La posibilidad de comprobación empírica constituye el único sentido posible de las proposiciones factuales. Por tanto, cuando una proposición no puede ser comprobada ni falsada, carece de sentido.
El empirismo lógico pretende hacer frente a la dificultad de determinar qué número de observaciones es necesario realizar para inferir enunciados generales.
Mediante el establecimiento de probabilidades de verificación o confirmación se intenta solucionar el problema, puesto que la verificación completa es imposible. Los positivistas lógicos sostienen que la ciencia puede progresar en dos direcciones:
1. Extensión. El desarrollo de la ciencia por extensión sucede cuando una teoría aceptada por la comunidad científica se extiende a un ámbito nuevo de fenómenos.
2. Reducción. El progreso de la ciencia por reducción se produce cuando un conjunto de teorías se reducen a una más amplia, que las abarca a las anteriores.
Al positivismo se le critica el papel preponderante otorgado a los enunciados observacionales y al método inductivo preconizado.
Tampoco la solución propuesta por el empirismo lógico para el problema de la verificación a través del establecimiento de probabilidades, es aceptada, tal como manifiesta Bunge (1985, pág. 20)*: “No es posible asignarles probabilidades a las proposiciones (salvo arbitrariamente)”.
* BUNGE, M. (1989) La investigación Científica . Editorial Ariel. Barcelona.