Popper
La filosofía popperiana trata de establecer un método que nos permita decidir si una teoría es correcta, que distinga las teorías científicas de las no científicas y que proporcione criterios para determinar la validez de las teorías científicas.
Critica el Positivismo Lógico manifestándose en contra del inductivísmo, pues según este autor, ninguna teoría puede ser verificada. Un enunciado universal no puede ser probado como cierto a partir de observaciones empíricas.
Tal como manifiesta Popper (1988, pág. 20)*: “Ningún conjunto de enunciados contrastadores verdaderos podrán justificar la pretensión de que una teoría explicativa universal es verdadera”.
La acumulación de datos empíricos, la inducción por repetición no garantiza la pretensión de que una teoría universal sea verdadera. Debemos, por tanto, considerar todas las leyes o teorías como hipótesis o conjeturas, es decir, como suposiciones.
Las leyes científicas son provisionales, y numerosos ejemplos muestran que las más consolidadas en un momento histórico han resultado refutadas posteriormente.
Propone el que denomina método crítico, como método de ensayo y supresión de errores, de proponer teorías y someterlas a las contrastaciones más rigurosas que puedan diseñarse.
El método deductivo de contrastación propuesto por Popper (1990, pág. 32 y ss)* sigue una serie de etapas:
1. Comienza presentando a título provisional una nueva idea, aun no justificada, sea una anticipación, hipótesis o sistema teórico.
2. A partir de la idea inicial se extraen conclusiones de ella por medio de una deducción lógica.
3. Las conclusiones se comparan entre sí y con otros enunciados pertinentes, con objeto de hallar las relaciones lógicas que existan entre ellas.
4. La contrastación, que debe ser exigente y minuciosa, puede dar lugar a que las conclusiones singulares resulten ser aceptables y no encontremos razones para rechazar la teoría, por lo que se acepta temporalmente, pues otras contrastaciones negativas pueden siempre derrocarla.
Por otra parte, si la contrastación es negativa, las conclusiones han sido falsadas y esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido, lógicamente, es también falsa.
Mientras que una teoría resiste contrastaciones exigentes y no queda anticuada por otra teoría, en la evolución del progreso científico podemos decir que está corroborada por la experiencia.
Podemos distinguir cuatro procedimientos para llevar a cabo la contrastación de una teoría, Popper (1990, pág. 32 y ss)*:
a) La comparación lógica de las conclusiones unas con otras, con lo cual se somete a contrastación la coherencia interna del sistema.
b) El estudio de la forma lógica de la teoría, con objeto de determinar su carácter empírico o tautológico.
c) La comparación con otras teorías cuyo objetivo fundamental es averiguar si la teoría examinada constituiría un avance científico si sobrevive a las contrastaciones.
d) Contrastación por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden deducirse de ella.
Los enunciados singulares o predicciones deducidos de la teoría, eligiendo los que no sean deducibles de otras teorías anteriores, se comparan con los resultados de las aplicaciones prácticas y experimentos.
Para este autor, la ciencia no puede perseguir a ultranza enunciados altamente probables.
Cuando incorporamos al conocimiento los resultados de sucesivas contrastaciones a través de la incorporación de hipótesis “ad hoc” o modificando la teoría inicial, las contrastaciones siguientes ya no tienen igual valor.
Esto se puede ver con el conocido ejemplo de los cisnes. Si se enuncian “todos los cisnes son blancos” y aparece un cisne negro; si cambiamos el enunciado afirmando “todos los cisnes son blancos o negros”, hemos aumentado la probabilidad de la teoría pero hemos disminuido su contenido.
Procediendo de esta forma, la probabilidad aumentaría, pero iríamos disminuyendo el contenido de la teoría.
Popper propone la concepción de proposiciones científicas que puedan ser refutadas empíricamente.
La superioridad del criterio de falsabilidad sobre el de verificabilidad, se basa en la asimetría que se decanta de los argumentos de Hume entre verificabilidad y refutabilidad, debida a la forma lógica de los enunciados universales.
Dichos enunciados universales no pueden derivarse de enunciados singulares, no importa el número de estos que hayamos podido establecer. Pero la falsedad de un enunciado singular pertinente implica la falsedad de la proposición universal.
Por tanto, según Popper, una teoría si bien no puede ser verificada, sí puede ser falsada. Un conjunto de observaciones favorables no pueden demostrar la veracidad de una teoría, pero un solo hecho contrario puede demostrar que la teoría es falsa.
Esta idea de la falsación la aplica también a la delimitación de teorías científicas y no científicas. Según este concepto de falsación, una teoría es científica si es susceptible de ser falsada, en caso contrario, no es científica.
Toda hipótesis científica ha de ofrecer la posibilidad de ser confrontada con los hechos de forma que pueda ser refutada. Cuanto más posibilidades de falsación ofrezca, tanto más relevante será para la ciencia.
Popper ofrece un esquema para el desarrollo del conocimiento científico. El punto de partida es analizar el problema objeto de estudio mediante una cuidadosa observación y estableciendo con todo rigor las definiciones pertinentes.
Posteriormente, se elabora una teoría provisional. Se debe explicitar qué enunciados se está dispuesto a admitir como refutatorios.
Cuando disponemos de varias teorías sobre un mismo fenómeno, se debe escoger la más arriesgada, es decir, la que implique mayor número de enunciados potencialmente falsables.
Por último, la teoría debe ser contrastada, debiendo ser abandonada si resulta falsada. El desarrollo de la ciencia se produce por la sustitución de unas teorías que han sido falsadas por otras.
Este autor advierte en contra de la tendencia a defender las teorías mediante la introducción de hipótesis “ad hoc”. De este modo, Popper distingue:
1. Hipótesis auxiliares “ad hoc” como aquellas que modifican el enunciado básico sin añadir contenido empírico.
2. Hipótesis auxiliares “no ad hoc” son aquellas que sí añaden contenido empírico, es decir, aumentan el número de sus consecuencias observacionales, siendo capaces de predecir también hechos nuevos o inesperados con anterioridad.
Propugna la inclusión de las segundas antes que las primeras, pero advirtiendo de todas formas sobre el peligro de defender en exceso una teoría y no reconocer la necesidad de abandonar dicha teoría.
El establecimiento de una metodología permite solventar el problema de elección entre distintas teorías rivales que ofrecen explicaciones alternativas de fenómenos o conjunto de fenómenos. Los requisitos que debe cumplir una teoría según Popper (1988, pág. 26)*, son:
1. Se preferirá una teoría no refutada a una refutada.
2. La teoría a elegir debe ser aquella de mayor contenido informativo y mayor poder explicativo. Al tener mayor contenido informativo debe resolver los problemas que resolvía su predecesora y otros que no resolvía.
3. La teoría seleccionada será la que resulte exitosa de nuevos y más severos contrastes.
4. Las teorías deben poder probarse de modo independiente.
* POPPER, K. R. (1988) Conocimiento Objetivo Editorial Tecnos S. A. Madrid.
*POPPER, K. R. (1990) La Lógica de la Investigación Científica Editorial Tecnos. Madrid.
*POPPER, K. R. (1990) La Lógica de la Investigación Científica Editorial Tecnos. Madrid.
*POPPER, K. R. (1988) Conocimiento Objetivo Editorial Tecnos. Madrid.