Métodos de extracción de aceites a partir de semillas oleaginosas
Las técnicas de extracción de aceites más comunes usadas en la industria de alimentos son:
1. Extracción acuosa. Se basa en la insolubilidad del aceite en agua y permite la recuperación de la torta (la materia prima a la cual se le extrajo el aceite) con un mínimo deterioro. Esta extracción es poco usada a escala industrial; sin embargo, es muy usada por los indígenas, para obtener el aceite necesario para su consumo en la selva, o en zonas donde los beneficios de la industrialización aún no llegan.
2. Extracción por prensado. Consiste en aplicar fuertes presiones a las materias primas para remover el aceite; la compresión provoca la reducción del volumen de la pulpa, provocando la expulsión del zumo. Este es un proceso mecánico y es usado en mayor o menor proporción, de acuerdo al destino previsto de la torta residual resultante de la operación del prensado mecánico.
3. Uso de hidrocarburos halogenados. Los cuales contienen flúor, cloro o bromo. Son costosos pero en su mayoría no son inflamables.
4. Empleo de alcoholes, mezcla de alcoholes y otros de origen similar. Como el metanol, etanol, n-propanol, isopropanol, n-butanol e isobutanol; aldehídos y cetonas, mezclas de solventes, acetona-hexano-agua, etanol-hexano, entre otros. En este caso de extracción, se deja algunos de los solventes mencionados en contacto con la materia por un lapso de tiempo determinado para que se ejecute, y después se separa el solvente del aceite obtenido.
5. Extracción con fluidos supercríticos (FSC). Un FSC es una sustancia que se encuentra en condiciones de presión y temperatura superiores a su punto crítico y que se caracteriza por tener propiedades de un líquido y un gas al mismo tiempo: no distingue la diferencia entre la fase liquida y la gaseosa por lo tanto se comporta como una sola fase, es decir, puede difundir como un gas y disolver sustancias como un líquido. Se emplean estos disolventes debido a su enorme difusividad que les permite penetrar perfectamente a través de matrices porosas, y por su capacidad de solvatación modulable que les permite una gran versatilidad y selectividad según las condiciones de presión, temperatura y flujo a las que se sometan; además de ser un método inocuo, por su sensibilidad en la preservación de la calidad original de la fuente natural (ya sean semillas, frutos secos, biomasa, u otras), lo que garantiza un aumento de pureza en el producto final ya que no genera residuos. El FSC más empleado para la extracción de aceites es el dióxido de carbono.
6. Extracción sólido-líquido. Consiste en separar una sustancia liquida de un material sólido, muchas veces acompañada de otros compuestos, los cuales deberán ser insolubles o casi insolubles en el disolvente recurrido.
En el caso de extracción de aceites se emplea como método de extracción sólido-liquido el método de Soxhlet, el cual se explica a detalle en la próxima lección.