La alimentación
Uno de los factores más importantes que influyen en el estado de salud es la alimentación, gracias a la cual el organismo obtiene las sustancias necesarias para su nutrición.
Con mucha frecuencia los términos nutrición y alimentación son utilizados como si fueran sinónimos, cuando en realidad son diferentes en muchos aspectos. En efecto, por nutrición se entiende el conjunto de procesos mediante los cuales el organismo utiliza, transforma e incorpora a sus propios tejidos un cierto número de sustancias que han de cumplir tres fines básicos:
- Aportar la energía necesaria para que se mantenga la integridad y el perfecto funcionamiento de las estructuras corporales.
- Proporcionar los materiales necesarios para la formación de estas estructuras.
- Suministrar las sustancias necesarias para regular el metabolismo.
Por el contrario, la alimentación es simplemente el proceso mediante el cual se toma del mundo exterior una serie de sustancias que, contenidas en los alimentos que componen la dieta, son necesarios para la nutrición.
Es interesante destacar que la alimentación es un proceso totalmente voluntario, frente al carácter involuntario de la nutrición. Es decir hay muchas formas de alimentarse pero solo una de nutrirse.
Para asegurarse una nutrición adecuada, que favorezca el estado de salud, se debe seleccionar correctamente los alimentos que van a formar parte de la dieta.
Se pueden distinguir los siguientes grupos de alimentos:
GRUPO I: Leche y derivados lácteos.
GRUPO II: Carnes, pescados y huevos.
Estos grupos, son la principal fuente de proteínas, necesarias para el desarrollo y crecimiento.
GRUPO III: Patatas, legumbres y frutos secos.
En este grupo se hallan los alimentos que contienen un poco de todo.
GRUPO IV: Hortalizas y verduras.
GRUPO V: Frutas.
Aquí figuran los alimentos que contienen vitaminas y minerales.
GRUPO VI: Cereales y azúcar.
GRUPO VII: Grasas.
Por último están las grasas e hidratos de carbono que son la fuente de energía del organismo.
Cabe citar como alimento al agua, que bien, se ingiere aisladamente o como componente de los anteriores grupos y cuya importancia es vital para el funcionamiento de los procesos fisiológicos que regulan el organismo.
De la buena elección de la dieta depende, en gran parte, la salud. Una buena nutrición proporciona al sujeto una gran capacidad física y una alta resistencia a las enfermedades.
Por el contrario, una nutrición deficiente puede dar lugar a múltiples carencias de las cuales algunas se aprecian fácilmente, pero otras actúan disminuyendo la capacidad de trabajo y la resistencia a las enfermedades. La desnutrición intensa que se presenta en los casos de falta de alimentos constituye en si misma una grave enfermedad.
Las necesidades nutricionales cuantitativas totales de una “persona tipo” están calculadas en 2.300 calorías para el hombre y en 1.800 calorías para la mujer.
Del total de estas calorías, y para que exista variedad en la dieta, un 60% de las mismas deben ser proporcionadas por los alimentos ricos en hidratos de carbono, un 15% por las proteínas y un 25% por las grasas.