Mercadotecnia Corporativa
La mercadotecnia no sólo sirve y debe emplearse para vender productos o servicios al cliente que compra. La mercadotecnia debe de emplearse para vender a todos los empleados, proveedores y a otros estado y países nuestra empresa. Esa es la función de la mercadotecnia corporativa.
Si usted pudiera platicar con algún empleado de Televisa, se daría cuenta que la mercadotecnia empresarial de este gigante de las comunicaciones ha obrado milagros en propios y extraños; en México y en el resto del Mundo. Pero no se ponga triste, usted no necesita tener una empresa multimillonaria para hacer mercadotecnia en su negocio.
Estos son los puntos clave para comenzar a ser de su negocio un negocio que parezca y sea reconocido como una empresa; «chiquita pero picosa»:
- Que su negocio parezca negocio y no sólo un lugarcito donde hace productos, o juega al negocito.
- Que esté limpio y sea agradable a la vista y al olfato.
- Que sus empleados luzcan formal (con una bata o uniforme de trabajo) y que cuenten con un lugar apropiado para realizar sus actividades.
- Que haya áreas bien definidas para colocar o hacer las diferentes actividades que requiera su producto o servicio: fabricación, ensamble, horneado, acabado, secado, envasado, etiquetado, empacado y producto listo para ser surtido.
- Que tenga una denominación o nombre y que éste se encuentre visible: Leche y cremería «La Buena Leche».
- Que cuente con órdenes de compra, pedidos, notas de remisión, facturas, etc.
- Que en esa orden de compra o pedido aparezca ¿quién compra?, ¿qué compra?, ¿cuánto compra?, ¿a qué precio?, ¿cuándo deberá será entregado?, ¿a quién se le entregará?, ¿a dónde se entregará?, ¿a qué precio?, ¿cuánto se dio de anticipo?, ¿cuánto resta a la entrega del pedido?, ¿se dará factura o una nota de remisión?, etc...
Si usted está jugando «al negocito», nunca será tomado en cuenta como una empresa sería y formal.
Va de cuento: Casi ningún negocio establecido en este pueblo mágico comunica el horario de servicio. Los comerciantes abren y cierran sus negocios a la hora que mejor les acomoda y los clientes, ¡Que se amuelen! Poner un horario significa compromiso y eso es tener que estar ahí «paradotes» esperando a esas extrañas criaturas llamadas clientes. Seguro que dicen al respecto: «Ya todos saben a qué hora abro y a qué hora cierro».
También la mayoría de ellos quieren que se les pague la cantidad justa de lo que les compran los sufridos clientes, so pena de decirles que no tienen cambio (eso significa ¡ve a cambiar y cuando tengas cambio puedes recoger tu compra!).
No se molestan de ir al banco por cambio; «hay que flojera tener que ir hasta el banco y todo por estos tales por cuales clientes».
Como se aprecia en estos ejemplos, son «negocitos» que, de no cambiar a una cultura mercadológica, nunca pasarán de «pericos, perros».
«Con la esperanza, se anticipa el poder de DIOS; con la fe se aglutina el poder de DIOS, pero con el Amor de ejerce el poder de DIOS».
Colofón de este capítulo: Roma no se hizo en un día, se hizo cuando estuvieron listos todas y todos aquellos que tenían que estar ahí. No antes, no después. Ahora es el momento, ahora es el lugar y ustedes, los que quieren hacer el gran cambio, son las personas que harán historia en este sufrido pueblo mágico.