Todos debemos hacer control de Calidad
Como ya lo mencioné en otro de los módulos de los 9 pasos del éxito empresarial, no deberíamos de estar hablando o resaltando la calidad en cualquier negocio, pero por la “indiosincracia” de nuestra gente este tema se vuelve crucial (un momento decisivo o crítico); de recordación y aplicación constante, no sólo en el ámbito empresarial y de negocios sino también en todas las actividades de la vida cotidiana de la población mexicana.
Va de cuento: Hace algunos años acostumbraba ir, una vez a la semana, a comer tacos de carnitas a un pequeño local en la colonia Villa de Cortés en la ciudad de México; en el mismo local su dueño tenía un gran cazo de acero inoxidable y ahí mismo preparaba las carnitas.
Siempre me comía 2 de cuerito y uno de maciza, con mucha hierba (cilantro, cebolla) y salsa. ¡Qué delicia! Y así pasaron más de 20 años; un día pasé muy temprano y me dije: voy a ver si ya hay tacos; sí, ya había servicio y uno de los empleados estaba cortando un gran manojo de cilantro el cual no habían desinfectado.
Había estado comiendo tacos con hierba ¡sin desinfectar! Me di la media vuelta y desde ese triste día (me quedé sin tacos) no regresé a la “Taquería la Negrita”.
Y así como esta pequeña taquería, más del 99% de los expendedores de alimentos, establecidos y no establecidos, venden mugre, enfermedad y muerte.
La calidad y la higiene (que debe ser parte de la calidad) son meras palabras huecas sin ningún valor práctico.
Sigue de cuento: El colmo de la vida. Así le llamo al siguiente hecho que sucede diariamente afuera del Hospital General de México: Desde casi siempre han existido una serie de puestos taqueros y fritangas variadas sobre la banqueta y a la salida – entrada de este famoso hospital. Hierve de comensales que abarrotan los insalubres puestos y rápidamente destacan los clientes más asiduos: ¡muchos médicos de batas blancas! Estos facultativos que se supone que son expertos en cuidar la salud de los miles de pacientes que atienden al año; que dan consejos sobre dieta, nutrición y que recomiendan que se debe comer cosas sanas y extremar los cuidados al preparar hierbas, verduras, frutas y alimentos en general.
Quiero decirle que a la amibiasis se le conoce en el extranjero como “la venganza de Moctezuma”. En México la amibiasis es un padecimiento endémico (que afecta a mucha gente) y este país está considerado como una de las patrias de la amibiasis.
¡Ver para creer!; puede más la cultura que el razonamiento y el conocimiento.
Si los médicos no aplican en su propia vida los cuidados básicos para evitar enfermedades gastrointestinales, ¿qué podemos esperar de todos los manejadores de alimentos en este País?
Entonces y por esa vivencia (y muchas otras) que tiene que ver con la calidad es que debo seguir insistiendo en ella y no sólo en la preparación y servicio de alimentos; en todos los ramos del comercio.
Le recuerdo que calidad es alcanzar y hasta sobre pasar las expectativas que tiene el consumidor sobre un producto o servicio.
También le recuerdo que quien califica la calidad no son los fabricantes sino el cliente; él es el único que lo hace, aún cuando gritemos a los “cuatro vientos” que tenemos la mejor calidad, el mejor servicio y al mejor precio.
Por todo ello, le aconsejo que su equipo de trabajo (usted y todos sus empleados) haga de la calidad de los productos y servicios que ofrecen al mercado, una norma interna, una filosofía y política de empresa, un modo natural de hacer el trabajo y de vivir la vida. “Sólo quien lo exige todo, obtiene lo necesario”.
Húyale a la mediocridad y al “vale padrismo” (siempre que he dicho “vale padre”, nadie ha hecho una cara de molestia o de asombro; en cambio que no mencione la palabra madre, porque se hace una escandalera de DIOS guarde).
Colofón de este capítulo: “Cuando le pidas algo a DIOS haz de cuenta que todo depende de ÉL; cuando tú tengas que hacer cualquier cosa, haz de cuenta que todo depende de Ti”.