Pistas de calidad
Los consumidores tienen una capacidad muy limitada para evaluar la calidad de los productos. En pruebas ciegas muchos no distinguen un vino de 1 euro de uno de 100.
El cerebro de los consumidores se guía por ciertas pistas que percibe por los sentidos para valorar la calidad de los productos. Tradicionalmente se dice que la mujer del César no solo tiene que ser virtuosa sino parecerlo.
La gestión basada en pistas de calidad trata de añadir ciertos aspectos que el consumidor pueda percibir por los sentidos para que considere a los productos de calidad.
Por ejemplo, las empresas que gestionan cadenas de hoteles, explican que las habitaciones no solo tienen que estar limpias sino parecerlo. Por ejemplo, si las habitaciones tienen mantas blancas, no solo están limpias sino que lo parecen. Si el baño huele a limpio, el vaso está envasado y existen precintos y signos de una buena limpieza, no solo está limpio sino que lo parece.
Si los consumidores quieren que el corta césped sea poderoso, una opción es que sea grande, parezca poderoso y tenga un sonido muy potente.
Unos amigos ingenieros que diseñan y fabrican buques de guerra para varias marinas del mundo me contaban que le ponían a sus barcos muchas más pantallas y botones de los necesarios. Al añadir muchas pantallas y muchos botones, el equipo parece mucho más poderoso y sofisticado.