Camino. Distribución
La distribución de los productos es una actividad fundamental en muchas empresas. En numerosos sectores supone una parte muy significativa del coste del producto.
La distribución es una parte imprescindible para el correcto funcionamiento y el crecimiento de la economía de los países. Por ejemplo, en la época de la economía planificada de la Unión Soviética, los planificadores pensaban que la agricultura y la industria eran las que generaban auténtico valor, pero que la distribución era más una actividad accesoria. Pensaban que la distribución estaba relacionada con la especulación y con actividades improductivas.
Los planificadores de la economía de la Unión Soviética daban poca importancia a la distribución. Esto generaba que aunque la cosecha de patatas fuera bien, en muchas ocasiones se estropeaban antes de llegar a los consumidores.
Llevar el tomate del campo a la frutería cercana, al consumidor o incluso a casa del consumidor, es una actividad fundamental y supone en muchas ocasiones una buena parte del coste del producto.
Podemos por tanto hablar de la distribución como una parte de la economía; y lo que aquí más nos interesa, la distribución como una actividad fundamental para el éxito de la empresa. Cuando hablamos de distribución desde el punto de vista de la empresa nos referimos a las actividades para llevar el producto desde el almacén de productos terminados del fabricante hasta el consumidor, y los procesos relacionados.
Entre las actividades de distribución se encuentra la distribución física, que incluye la gestión de almacenes y transportes. Llevar el producto de forma rápida a los consumidores y a un coste razonable es fundamental.
Uno de los principales costes de muchas empresas se relacionan con los inventarios o stocks, y con los costes de almacenamiento. Tener productos en almacenes tiene un alto coste.