Analizando el caso de Nicolás
Sea como sea, el caso de Nicolás nos da muchas pistas sobre lo seguro que estaba de sus cualidades y del listado de sus fortalezas. Aunque no sea un ejemplo de ética personal, sí que podemos aprovecharlo en el sentido del marketing personal como ejemplo.
Según este artículo, las fortalezas de esta persona -en un análisis desde la marca personal- son las siguientes:
Seguridad: en sí mismo.
- Confianza: no se achicaba ante altos cargos y no le importaba el estatus que tuvieran. Nada de esto le hacía sentir inferior, se comportaba como un igual.
- Facilidad de palabra: no titubear, tener bien ensayado qué tenía que decir. No dejar el discurso en manos de la improvisación, sino prepararlo: somos lenguaje.
- Networking: se llama networking al hecho de tener una “red de contactos”. Hacer networking es fomentar encuentros y acudir a lugares para ampliar y trabajar esta red de contactos que nos interesan: gente activa en nuestro sector, posibles personas colaboradoras, etc. En periodismo sería algo así como “tener una buena agenda de contactos”. Una buena periodista se caracteriza por tener bien localizadas sus fuentes. Esto se puede extender a cualquier profesión.
- La importancia de parecer: como decíamos arriba, es importante no solo ser, sino que la imagen que proyectamos consiga transmitir eso que somos. Sin ello, dará igual cuánto seamos. A menudo, el no proyectar toda nuestra valía tiene que ver con falta de confianza y autoestima. Es necesario trabajara para salir al mundo profesional afirmando con certeza aquello que somos y de lo que somos capaces.
- Conocernos bien: como conclusión final, el artículo asegura que lo más importante es conocernos bien para potenciar nuestras fortalezas e incentivar aquellas que se nos quedan cortas. No se trata de “inventarnos un ser sino en no acomplejarnos en mostrarlo” con seguridad.