Historia del branding personal

Ha sido la literatura empresarial la que ha puesto en valor el concepto de “marca personal”, concretamente en los Estados Unidos. De los escritores sobre técnicas empresariales Tom Peters es considerado el precursor de este término tras una publicación que vio la luz en 1997 bajo el nombre “The Brand Called You”.

En su libro Talent 2005, escribió:

"… vamos a tener que luchar para reinventarnos a nosotros mismos -como lo hicimos cuando salimos de la granja y nos fuimos a la fábrica- (…) Esto no es opcional… no tendré más remedio que luchar y aportar un valor añadido de una manera significativa".

Dan Shawbel ha sido otro de los autores que más ha contribuido a la cuestión del personal branding, centrándose sobre todo en la web 2.0, sin la cual, en la actualidad sería imposible generar nuestra marca.

Esta necesidad de reinventarse y definirse como marca, se acrecienta –más si cabe- con a aparición de la web y las redes sociales, donde la competencia cada vez está más especializada y muestra más sus dotes creativas: aparición de videocurrículums, blogs especializados, etc.

En este sentido debemos mostrar especial cuidado en la forma en nos mostramos de manera pública para definir nuestros perfiles personales. Saber diferenciar en todo momento qué digo en cada red, qué red es privada y por tanto no la abro al público en general, y en qué canales voy a fomentar mi trabajo, reflexiones y, por tanto, mi marca personal.

Es necesario tener especial cuidado en diferenciar estas dos facetas en las redes sociales y la web: si decides que vas a usar tus cuentas personales para definirte profesionalmente, intenta que tus opiniones en ellas siempre sean constructivas. Mezclarlas o no depende siempre del campo en el que nos desarrollemos, ya que mostrar el lado humano de la persona desde un lugar creativo y equilibrado también ayuda a que nos definamos de cara a quienes pueden ser claves en nuestro devenir profesional.