La web 2.0 y las redes sociales: arma de doble filo
Como ya hemos apuntado, nuestra reputación online es indispensable para elaborar nuestra marca. Hoy día es fácil que alguien encuentre nuestros datos únicamente incluyendo nuestro nombre en Google (buscador por excelencia) o en cualquier otro buscador.
Llevar un control de nuestra reputación online es indispensable. Pongamos un ejemplo:
Imaginemos que entrego mi currículum en una empresa que quiere conocer más sobre mí. La directora de recursos humanos introduce mis datos y aparecen, de pronto, mis fotos de Facebook en las que estoy en actitudes comprometidas. A no ser que busque empleo en un puesto en las que las fotos comprometidas me hagan conseguir puntos, esto echará para atrás a la persona o personas que deseen contratarme.
En este sentido, en todo momento debo entender que la web es un escaparate público donde también me valorarán. Así, no debemos entender el currículum como ese papel o página web que entregamos para que nos valoren, sino que debemos empezar a ver que todo forma parte de nuestro currículum: incluida aquella información que no he creado expresamente para ello pero que es accesible al público en general.
Esta faceta de la web podemos usarla en nuestra contra o a nuestro favor. Para que se dé el segundo caso debemos entender primero qué queremos transmitir, y procurar que cada información publicada vaya dirigida a conseguir ese propósito.