Cómo empezar la lectura del electrocardiograma
Familiarizarse con las ondas
Tal y como cuando empezamos a leer un libro, una de las cosas que primero debemos saber y conocer es el idioma en el que esta escrito el libro. De esta manera para entender y leer un electrocardiograma debemos conocer el idioma eléctrico del corazón con el que está escrito un trazado de 12 derivaciones de un ECG.
Lo primero para conocer este lenguaje eléctrico es conocer el abecedario del ECG, para ello vamos a ver un trazado electrocardiográfico NORMAL en el que se han señalado las diferentes ondas a identificar:
- Onda P: es la primera onda, pequeña y positiva.
- Onda Q: sigue de la onda p y es negativa menos profunda que la onda S.
- Onda R: es la onda positiva más grande.
- Onda S: es la segunda onda negativa, más profunda que la Q.
- Onda T: es la tercera onda positiva y es más ancha y alta que la onda P. Ver imagen 2.
Definición eléctrica de las Ondas normales del ECG
El abecedario ECG empieza por el conocimiento de las ondas normales del ECG, y qué representa cada una de ellas.
En la Figura 2 se encuentra un ejemplo de un trazado electrocardiográfico en el cual se ha señalado en un recuadro las ondas a discutir, las cuales se repiten sucesivamente con cada ciclo cardiaco; en cada ciclo existe una contracción llamada sístole y una relajación llamada diástole de cada una de las cavidades cardiacas, llamadas aurículas y ventrículos. Ver imagen 3.
En el recuadro se han señalado unas ondas ECG determinadas con diferentes letras. Cada letra representa una actividad del ciclo cardiaco. De esta manera tenemos:
- Onda P: esta onda ECG es la actividad eléctrica que produce la contracción de las aurículas del corazón (despolarización de las aurículas).
- Las Ondas Q, R, S las evaluaremos inicialmente como un “complejo” de ondas, y las llamaremos Complejo QRS. Este complejo QRS corresponde a la actividad eléctrica que produce la contracción de los ventrículos del corazón.
- La Onda T corresponde a la actividad eléctrica que produce el corazón durante la recuperación del corazón luego de la contracción de los ventrículos (repolarización ventricular).
Estas ondas nos permiten separar espacialmente el ciclo cardiaco y tener una idea de cuándo los ventrículos del corazón se contraen y expulsan la sangre (sístole ventricular), y cuándo los ventrículos del corazón se relajan y se llenan nuevamente de sangre (diástole ventricular). En la figura 3 se representan estos tiempos del ciclo cardiaco con colores. En rojo esta representado en tiempo de sístole ventricular y su relación con las ondas ECG, y en azul se representa el tiempo de diástole ventricular y su relación con las ondas ECG. Ver figura 4.