Vitamina C
Como no se trata de convertirle en un nutriólogo haremos unos punteos sobre esta vitamina, ya que de ella hay mucho qué hablar. Fue descubierta en 1928 por el científico húngaro Albert Szente – Györgye, de sustancia animal y en 1932 se extrajo del jugo de limón, y se le llamó Ácido Ascórbico.
¿Recuerda los radicales libres?
La vitamina C es un poderoso antioxidante, el más importante de los antioxidantes para el organismo. Neutraliza los radicales libres, previniendo un grupo importante de enfermedades.
También proporciona ayuda a los antioxidantes del cuerpo: la súper óxido dismutasa y el Glutation peroxidosa.
Otras funciones.
- Ayuda a fortalecer el sistema inmune, se puede prevenir la gripe y curar mucho más fácil, cuando el sistema inmune actúa.
- Ayuda con la producción de colágeno que permite la consistencia de los tejidos manteniéndolos más firmes. así, pueden estar sanas las arterias disminuyendo o previniendo la hipertensión arterial.
- Contribuye a bajar los niveles altos de colesterol. Con sólo 500 mg al día.
- Mejora la cicatrización.
- Ayuda a tratar la esterilidad masculina.
- Ayuda a los diabéticos.
Toda persona mayor debe tomar dosis alta de vitamina C, entre 500 mg y 2000 mg. Se ha visto que dosis mayores no son tóxicas.
Otras ayudas:
- Previene nacimientos prematuros.
- Trata envenenamiento con plomo y sangramiento de encías.