Ventilación
Las personas, para vivir, necesitamos respirar aire que nos aporta oxígeno para nuestro metabolismo.
Este aire debe estar libre de contaminantes que afecten nuestro organismo.
En lugares cerrados el aire se vuelve inaceptable con el paso del tiempo; humos, polvo, etc.
La técnica que controla y procura renovaciones de aire limpio se llama ventilación.
Las instalaciones de ventilación se encargan de introducir o extraer aire viciado de un recinto y renovarlo por uno limpio.
El aire que respiramos es una mezcla de gases que está mayormente compuesto por nitrógeno (78%), oxígeno (21%), vapor de agua (1.5%), otros gases (0.5%).
El aire contaminado es aquel que es perjudicial para la salud.
Los contaminantes se clasifican en:
- Humos y polvos (de muy pequeño tamaño)
- Aerosoles (formados por partículas líquidas en suspensión)
- Bio aerosoles (virus, hongos, bacterias, polen, etc)
- Gases (butanos, alcoholes, disolventes)
- Vapores (por la respiración y la sudoración)
- Contaminantes industriales (metales, gases de soldadura, etc)