Efectos del ruido sobre la salud
Como puede deducirse de lo expuesto anteriormente, la contaminación acústica es un problema que afecta principalmente a las poblaciones de las grandes ciudades. Pues es en estas aglomeraciones urbanas donde fundamentalmente se desarrollan las actividades que son fuente de este tipo de contaminación.
Los ruidos son básicamente sonidos molestos que pueden producir efectos fisiológicos y psicológicos perjudiciales para las personas, entre las cuales puede haber algunas que sean más sensibles a los efectos que aquellos producen, como son:
- Personas de corta edad y ancianos.
- Enfermos y hospitalizados.
- Personas con el sentido del oído más agudizado (por ejemplo invidentes).
- Profesionales que requieren de un alto nivel de concentración.
Entre los efectos fisiológicos se pueden distinguir varios tipos, según a lo que afecten:
A. SOBRE EL DESCANSO.
Quizás el principal efecto del ruido que sufren los habitantes de las grandes ciudades sea el trastorno del sueño, ya que el descanso nocturno es fundamental para el buen funcionamiento mental y físico de las personas.
Hay dos clases de trastornos del sueño ocasionados por el ruido ambiental:
- Primarios: alteración de la profundidad y de los estados del sueño, dificultad para conciliarlo, interrupción del mismo, aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, arritmias, dificultades respiratorias… y en general todos aquellos que impiden descansar normalmente.
- Secundarios: se producen ya a la mañana siguiente, durante la vigilia diurna, y están directamente relacionados con depresiones, estrés, caídas en el rendimiento laboral, fatiga, etc.
Para un buen descanso el nivel sonoro de fondo no debe superar un ruido equivalente a 30 dB y deben evitarse las 10 -15 repeticiones por noche de ruidos superiores a 45 dB.
B. SOBRE LA COMUNICACIÓN.
Determinados ruidos pueden interferir en la comunicación oral hasta el punto de volver incomprensible el mensaje, este fenómeno se conoce como enmascaramiento y cuanto mayor sea el nivel de ruido que lo provoca y más elementos tengan la misma frecuencia que los sonidos de la conversación, mayor será la parte del mensaje que se pierda.
Las interferencias resultan molestas para las personas que se encuentran en medio de una conversación, pero además de dificultar la compresión, el ruido puede producir problemas de concentración, trastornos en el ánimo, pérdida de capacidad de trabajo, cambios de comportamiento… y en grupos más vulnerables, ralentización del aprendizaje de la lengua (extranjeros, bebés…), aislamiento social (personas mayores, inmigrantes…), etc.
C. SOBRE LA AUDICIÓN.
El oído es un sentido que necesitan las personas para desarrollar sus actividades cotidianas, por lo que su pérdida puede afectar a su tiempo de trabajo, ocio, relaciones sociales, etc. De hecho, la pérdida de audición está considerada como uno de los principales riesgos laborales a los que se exponen trabajadores de todo el mundo. Una exposición prolongada a según que sonidos, puede producir daños irreversibles en la capacidad auditiva de las personas que los sufren.
Debido a ello la hipoacusia o sordera, es un mal que afecta a muchas personas hoy día, pero hay varios tipos:
- Central: disfuncionalidad del cortex auditivo (encargado de interpretar la información de la onda sonora).
- Nerviosa: Debida aun daño en el oído interno que tiene su origen en sonidos de alta intensidad, infecciones o traumas.
- De conducción: Puede corregirse con el uso de aparatos auriculares y se produce debido a defectos en los huecos del oido medio, que impiden la transferencia desde el tímpano.
- De transmisión: Puede corregirse con el uso de audífonos o cirugía, y se trata de aquella sordera que comprende cualquier entorpecimiento del sonido que suceda entre el pabellón auditivo y la ventana oval, que separa el oído interno del medio.
La Norma Internacional ISO 1999:1990. Estimación del riesgo auditivo por exposición a ruido, permite calcular la pérdida de audición que van a sufrir los profesionales expuestos a un determinado ruido durante un número concreto de horas de trabajo. El cálculo se realiza a partir del valor del nivel de ruido continuo equivalente (LAeq, 8h), el número de años de exposición al ruido y la sensibilidad del individuo que lo sufre, para obtener una medida del grado de deficiencia auditiva. Esta norma sostiene que las relaciones entre la LAeq, 8h y la pérdida de capacidad auditiva se producen para frecuencias de entre 500 y 6.000 Hz para un periodo de exposición de 40 años. Es más, esas relaciones demuestran que la pérdida de oído se produce generalmente en la banda de frecuencias de ruido que van desde los 3.000 a los 6.000 Hz (produciéndose los efectos más significativos a 4.000 Hz).
Pero no siempre los ruidos producen pérdidas de audición en las personas, en ocasiones lo que resulta es una distorsión en la percepción de determinados sonidos, pitidos, zumbidos…
D. SOBRE EL SISTEMA CARDIOVASCULAR.
La exposición duradera a elevados niveles sonoros puede generar en las personas problemas de salud como cardiopatías e hipertensión, que pueden adquirir carácter permanente. Por ejemplo, exponerse continuamente a sonidos agudos puede producir alteraciones hormonales, aumento de la presión sanguínea, aceleración del pulso, vasoconstricción…
Pero por el contrario, si la exposición al ruido sufre interrupciones, el organismo tiende a recuperar pronto su estado fisiológico normal, aunque los ruidos imprevistos pueden producir igualmente alteraciones en las personas.
La exposición a esta contaminación sonora también puede tener efectos psicológicos, se pueden distinguir los siguientes tipos:
A. SOBRE LA SALUD MENTAL.
Quizás decir que el ruido puede llegar a producir enfermedades mentales en las personas no sea lo más adecuado (no existen estudios concluyentes al respecto), pero si puede agravar y acelerar aquellos desórdenes psiquiátricos que los individuos ya poseían o que estaban latentes en ellos, como la histeria, psicosis, neurosis, inestabilidad emocional, impotencia sexual, ansiedad, etc.
B. SOBRE EL RENDIMIENTO.
Se refiere fundamentalmente al rendimiento, en su puesto de trabajo, de profesionales que desarrollan tareas que requieren de concentración mental, así como estudiantes, escolares y todos aquellos que desempeñen tareas de cierta complejidad cognitiva.
Una consecuencia peligrosa de los sonidos inesperados es el aumento del riesgo de accidentes en trabajos que requieren de una especial concentración (manejo de mercancías en almacenes, explosivos en minería, montaje de estructuras…).
C. SOBRE LA CONVIVENCIA EN SOCIEDAD.
El ruido puede ser otra forma de violar la intimidad de las personas, el hecho de que una persona, porque otro agente esté produciendo un ruido en la vía pública o en una vivienda colindante, tenga que cerrar las ventanas de su casa, llamar a la policía o simplemente enfadarse con el vecino, genera conflictos sociales que actualmente forman parte de la cotidianeidad, sobre todo en las ciudades; y es que pueden impedir que ciertos habitantes estén incómodos en su propio hogar, provocándoles cambios en el carácter y en su modo de relacionarse con los demás.
Está demostrado que los ruidos superiores a 80 dB pueden generar un incremento en la agresividad, más aún si van acompañados de vibraciones u otros sonidos a más baja frecuencia.