Objetivos de calidad del aire

Considerando los efectos perjudiciales que sobre el medio natural y humano tienen los contaminantes atmosféricos, es preciso establecer unos objetivos de calidad el aire que (habiendo sido previamente contrastados a nivel científico) se incorporen a la legislación en materia de contaminación atmosférica. Con el fin de garantizar cierto nivel de pureza del aire que evite o reduzca los efectos nocivos que se sabe producen determinados tipos de contaminantes atmosféricos.

Algunos conceptos clave que incorpora la legislación que regula esta materia, y que son necesarios conocer en el tema que nos ocupa, son los que se exponen a continuación:

• Valores límite: Son aquellos niveles establecidos por contrastados informes científicos, que se prevén alcanzar en un periodo determinado y que no deben superarse una vez alcanzados, a objeto de evitar o reducir los efectos perjudiciales que tendrían para las poblaciones y el medio ambiente. Existen valores límites horarios, diarios, mensuales, anuales…
• Umbrales de información: son las concentraciones de los diferentes contaminantes a partir de las cuales ciertas exposiciones de corta duración suponen un riesgo para la salud de aquellas personas especialmente vulnerables dentro de una población.
• Umbrales de alerta: son los niveles de concentración de los diferentes contaminantes, a partir de los cuales ciertas exposiciones de corta duración suponen un riesgo para la salud pública.

La unidad más usada para expresar el valor alcanzado por estos parámetros es el número de microgramos por metro cúbico de aire (μg/m³), aunque también se utilizan bastante los miligramos por metro cúbico (mg/m³). En cualquier caso, para medir la concentración de los contaminantes atmosféricos en el aire se suele utilizar la relación entre la masa del contaminante presente en el mismo con el volumen de aire que lo contiene o, si es gaseoso, también se puede utilizar una relación volumen de contaminante/volumen de aire que lo contiene (ppmv,ppbv, pptv…).

Los informes que determinan los objetivos de calidad que posteriormente aparecen en las normas, provienen de instituciones de prestigio internacional como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros grupos de trabajo. Por ejemplo, en la Unión Europea está en vigor la Directiva 2001/81/CE, sobre techos nacionales de emisión de determinados contaminantes atmosféricos, que tiene como objetivo limitar las emisiones de precursores del ozono y de contaminantes acidificantes y eutrofizantes, para reforzar la protección de la salud humana y el medio ambiente en el territorio europeo, frente a los efectos nocivos que se sabe provocan estos contaminantes. Por otra parte en España, el Real Decreto 102/2011, relativo a la mejora de la calidad del aire, establece los siguientes valores límite para la protección de la salud:

Y los siguientes valores límite para la protección de la vegetación o los ecosistemas:

Los efectos de la contaminación atmosférica sobre las poblaciones humanas y sobre el medio natural, pueden clasificarse en base a su:

DURACIÓN.

• Crónicos: tienen lugar como consecuencia de la producción de impactos moderados (a causa de niveles de inmisión más bien bajos), durante largos periodos de tiempo.
• Agudos: tienen lugar como consecuencia de la producción de impactos severos (a causa de niveles de inmisión elevados), durante cortos periodos de tiempo.

ESCALA.

• Localizados: si aparecen directamente en la zona donde se produce la emisión de contaminantes. Un ejemplo claro es el el smog fotoquímico, que se produce en las grandes aglomeraciones urbanas.
• Globales: si aparecen en áreas geográficas más extensas, incluso alejadas de los focos de contaminación. Algunos ejemplos de este tipo de contaminación pueden ser el calentamiento global, el agujero de la capa de ozono, la lluvia ácida…