Aplicaciones fotovoltaicas
El uso es muy amplio y son muchas las variedades de aplicaciones eléctricas que suministran estos dispositivos, desde relojes, satélites, calculadoras, hasta juguetes son alimentados por esta tecnología.
Existen dos grupos muy bien definidos de aplicaciones:
1) Aisladas de la red
2) Conectadas a la red
Aisladas de la red:
Podemos incluir a las aplicaciones espaciales (satélites, telescopios, naves y estaciones, etc.), telecomunicaciones, señalización, alumbrado, electrificación rural, bombeo de agua, etc. Son aplicaciones aisladas de la red donde se genera electricidad para autoconsumo del lugar. También se necesita de equipo para almacenar la energía conseguida a través de la radiación solar, para cuando se carezca de ese recurso.
Esta aplicación (aisladas de la red) es autónoma, aprovechando al máximo las cualidades de la generación eléctrica fotovoltaica, diferenciándose con los sistemas conectados a la red por su potencia de generación, el tamaño y algún equipamiento como los acumuladores y controlador de carga que se necesita en esta aplicación, ya que la energía almacenada necesita de un inversor CD/CA que entregara la electricidad para ser consumida en el lugar, por ejemplo, una señalización, iluminación pública, avisos, electrificación rural, etc..
En estos sistemas autónomos de potencia baja o media, se configura normalmente entre 12V a 48V en su tensión nominal, a lo que supone conexiones en serie de los paneles, como ya veremos más adelante.
En estos sistemas podría incluso no necesitar acumuladores de carga, en casos de excepción como podría ser para sistemas de bombeo de agua.
También para casos puntuales, podría necesitar de generadores de apoyo (de combustible) que se denominarán circuito híbrido fotovoltaico.
Este sistema requiere incluir acumuladores de carga (en su mayoría electroquímicos) y así asegurar que proveerá suministro eléctrico en el tiempo donde el sol no incida con su radiación sobre los módulos fotovoltaicos.