Historia de la energía solar antes del siglo XX
La energía solar en las antiguas civilizaciones: de alguna manera se podría decir que fueron las antiguas civilizaciones griega y romana las que empezaron a usar el Sol como fuente de energía aunque de una manera un tanto distinta, durante esta época se sentarían los inicios de lo que hoy conocemos como construcción bioclimática, y que buscaba el fin de disponer de hogares “frescos en verano y cálidos en invierno”, sin necesidad de medios auxiliares que produjeran de forma antinatural calor o frío. De esta manera, se construían casas cuya situación de las distintas dependencias venía condicionada por la posición relativa del Sol en cada momento.
Además de estos avances, las civilizaciones romanas, griega y china; usaban espejos curvados con el fin de concentrar toda la energía solar posible en un único punto. De esta manera conseguían la combustión de algunos objetos sin la necesidad de emplear herramientas ni artilugios.
Otra manera de aprovechar al máximo el calor producido por los medios naturales era el emplear vidrios en la construcción de los invernaderos. De esta manera se consiguió aumentar el número de cosechas al año, y de cultivar especies vegetales exóticas venidas de otros puntos del Planeta.
La energía solar durante la Revolución industrial: fue durante la llamada Revolución industrial cuando se volvió a mirar al Sol como fuente de energía. Esto fue debido al desmesurado consumo de carbón y madera que se produjo en los países industrializados durante este periodo histórico, y al acertadamente auspiciado por el sueco Svante Arrhenius calentamiento global.
A mediados del siglo XIX los niveles de combustibles fósiles empezaron a ser escasos y preocupantes, se consumía demasiada madera y carbón. Esta razón impulsó al francés Augustine Mouchot a empezar a trabajar en aparatos capaces de aprovechar este tipo de energías.