Instalaciones solares fotovoltaicas a nivel de usuario
Una de las principales ventajas que la energía solar presenta respecto al resto de energías renovables, es la posibilidad que dan al usuario de, mediante pequeñas instalaciones, autoabastecerse de energía eléctrica gracias a la luz solar. Esto ha permitido ha muchos usuarios el instalar en diversas fincas, un cantidad de colectores solares que les permitan disfrutar de energía solar las 24 horas del día.
En cuanto al tema económico se debe decir que estas instalaciones resultan caras para el rendimiento que dan, pero son una solución muy válida cuando las situaciones del terreno impiden “alimentarse” de otra manera.
Atendiendo a su uso principal se pueden distinguir tres tipos de pequeñas instalaciones solares fotovoltaicas:
- De consumo propio: destinadas única y exclusivamente al abastecimiento eléctrico de un usuario determinado. Su instalación consta de cinco partes:
- Captación: paneles solares.
- Acumulación: baterías.
- Control: regulador.
- Adecuación: convertidor onda-tensión.
- Consumo: receptores.
- De venta a red: este tipo de instalaciones son cada vez más utilizadas. Permiten al usuario convertirse en productor de energía en busca de un beneficio económico. Esto se consigue “enganchado” tu instalación a la red local. Evidentemente esto implica cumplir una serie de requisitos eléctricos por parte del productor.
- Mixtas: cumplen ambas funciones. Son muy útiles cuando no se consuma toda la energía captada, o cuando la instalación eléctrica solo se va a usar en periodos de tiempo cortos y concretos, dando la posibilidad de vender esos excedentes de energía y lograr así un reporte económico en algunos casos muy beneficiosos.