Vasos de expansión
Es un depósito que compensa los cambios de volumen del fluído de trabajo ante la variación de temperatura.
Estos vasos pueden ser abiertos (en contacto con la atmósfera a 2,5 metros encima del punto más alto del circuito, para evitar la entrada de aire y el rebose) o cerrados (que lleva un gas presurizado y separado del fluído circulante por una membrana elástica).
Cuando el fluido del circuito primario se calienta se dilatará, y este aumento de volumen lo recogerá el vaso de expansión. Cuando el fluido baja su temperatura retorna otra vez al circuito. Si no hubiese este sistema, se producirá un aumento en la presión que escapará por una válvula de seguridad evitando la sobrepresión. El vaso permite mantener la presión del circuito.
En otras palabras, el vaso absorbe las dilataciones del agua en las instalaciones de ACS. Al crecer la presión al dilatarse el fluido calo portador, el fluído sobrante entra en el vaso y empuja la membrana.
El gas nitrógeno que se utiliza en el vaso no oxida ni produce ningún daño a la membrana que se comprime, y evita así las variaciones de presión que pudiera ocurrir en el circuito.