Usos y aplicaciones
La energía térmica es una alternativa muy interesante en una gran variedad de aplicaciones, entre las que se encuentran:
- Agua caliente sanitaria (ACS): es el segundo consumidor de energía de nuestros hogares, con un 20% del consumo energético total. Con los sistemas de energía solar pondremos cubrir el 100% de la demanda de ACS durante el verano y del 50 al 80% del total a lo largo del año. Para satisfacer la mayor parte de las necesidades de agua caliente, el propietario de una vivienda familiar tendrá que instalar una superficie de captación de 2-4 m2 y un deposito acumulador de 100-300 litros, en función del numero de personas que habiten en una vivienda y la zona climática española en la que se encuentren.
- Sistemas de calefacción: es el primer consumidor de la energía y se usa en climas fríos.
- Climatización de piscinas: se emplean para piscinas cubiertas, pero algo más complejo que en piscinas al aire libre.
- Refrigeración en edificios: se usa con el fin de dar confort aceptables en verano y por parte de la primavera y otoño, aumentando año tras año en países desarrollados.
- Usos industriales: su aplicaciones industrias son el secado, cocinado, limpieza o tratar ciertos productos. Ejemplos: tintado y lavado de tejidos en la industria textil, procesos de obtención de pastas químicas en la industria papelera, baños líquidos de pintura par la limpieza y desengrasado de automóviles, limpieza y desinfección de botellas e infinidad de envases, sacado de productos agrícolas, tratamiento de alimentos, suelo radiante para granjas o invernaderos, etc.