Introducción
La protección ambiental como materia surge de la necesidad de establecer un equilibrio entre el desarrollo de las actividades humanas y el medio ambiente, debido a que el desarrollo del hombre como lo conocemos afecta de manera ostensible a multitud de ecosistemas, modificando la evolución natural del entorno. Medio del que a su vez dependemos para obtener las materias primas y la energía, muchas veces procedente de fuentes limitadas.
Cada proyecto, obra o actividad ocasiona sobre el entorno (en el cual se ubica) un impacto, que deberá ser minimizado (si es perjudicial) o potenciado (si es beneficioso) en base a la técnica de Evaluación del Impacto Ambiental (EIA).
La EIA es una herramienta necesaria para paliar los efectos producidos por una serie de situaciones que se caracterizan por la:
- Asincronía entre el crecimiento de la población y el de las infraestructuras y los servicios básicos.
- Demanda creciente de espacios y servicios, consecuencia de la necesidad de movilidad y el crecimiento del nivel de vida.
- Degradación progresiva del medio natural
Gracias a la EIA se:
- Detiene el proceso degenerativo del medio natural.
- Evitan graves problemas ecológicos.
- Mejora el entorno y la calidad de vida.
- Ayuda a perfeccionar cada proyecto.
- Canaliza la participación ciudadana.
- Genera mayor concienciación sobre los problemas ambientales.
La EIA pretende identificar, predecir e interpretar los impactos sobre aquellos “factores” ambientales que son susceptibles de ser afectados por cada proyecto, con el fin de prevenirlos, corregirlos y valorarlos.
Para detectar esos impactos lo primero que hay que realizar es ladescripción del proyecto y sus acciones, es decir, conocer:
- Su localización.
- La relación de acciones susceptibles de causar impactos en el medio, inherentes a las fases de construcción o ejecución, funcionamiento y cese o abandono del proyecto.
- La descripción de los materiales a utilizar, suelo a ocupar y otros recursos naturales que se consideren necesarios para el proyecto.
- Los tipos, cantidades y composición de los residuos, vertidos, emisiones, ruidos y vibraciones o cualquier otro elemento derivado de la actuación al que se pueda dar lugar.
Cada una de las actividades de un proyecto puede generar una perturbación sobre algún elemento del medio. A estas se les conoce como vectores de impacto, y deben ser identificados para todas las fases del proyecto (incluidas las de construcción, funcionamiento y abandono).
Una vez conocido el proyecto, hay que conocer el medio circundante mediante:
- La realización del Inventario Ambiental.
- La descripción de las interacciones ecológicas y ambientales claves en el medio abiótico y biótico, perceptual y socio-económico.
En cuanto al primer documento referido anteriormente, los criterios empleados para la correcta realización de un Inventario Ambiental son:
- Realizar un breve análisis de impactos potenciales atendiendo a los vectores de acción y los factores ambientales.
- Determinar el área de estudio a inventariar.
- Definir el nivel mínimo homogéneo de profundidad en el Estudio, proporcional a la entidad del proyecto.
- Tratar exhaustivamente la información disponible, seleccionando y elaborando la más operativa para los fines perseguidos.
- Realizar campañas de trabajo de campo para establecer una relación de todos los factores ambientales y no considerarlos de forma aislada, consiguiendo una visión global del estado en el que se encuentra el área de estudio.
- Participación de un equipo multidisciplinar coordinado por un técnico de amplia experiencia.
Los factores fundamentales que no deben faltar en cualquier inventario son:
Geología / Geomorfología / Edafología / Sociedad
Atmósfera / Hidrología / Vegetación
Fauna / Paisaje / Economía
Una vez llevado a cabo el estudio de campo donde se ha determinado la calidad ambiental (aire, agua, ruido) e inventariado la vegetación, fauna, patrimonio… se realiza la identificación y valoración de impactos, que se deduce del estudio de las interacciones entre las acciones de proyecto y las características de los aspectos ambientales afectados.
Estos impactos pueden ser:
- Negativos/ positivos.
- Temporales/ permanentes.
- Simples/ acumulativos/ sinérgicos.
- Directos/ indirectos.
- Reversibles/ irreversibles.
- Recuperables/ irrecuperables.
- Periódicos/ irregulares.
- Continuos/ discontinuos.
- A corto/ medio/ largo plazo.
Según su intensidad debe indicarse si son impactos compatibles, moderados, severos o críticos. Para ello es necesario:
- Jerarquizar los impactos.
- Efectuar una evaluación global.
- Valorar los efectos de forma cuantitativa, siempre que sea posible.
- Expresar los indicadores o parámetros utilizados.
- Indicar los procedimientos utilizados para conocer el grado de aceptación o repulsa social de la actividad.
- Detallar las metodologías y los procesos de cálculo utilizados, así como la fundamentación científica de esa evaluación.
Curso realizado por:
Antonio Martín Velázquez
Director Técnico de Medio Ambiente
ALFIL FORMACION Y CONSULTORIA
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