Métodos basados en indicadores e índices
A. MÉTODO DE HOLMES
Se trata de un método estático y cualitativo, que se basa en el hecho de que muchos de los parámetros utilizados para los estudios de impacto ambiental no son directamente cuantificables, y esto hace imposible el empleo de indicadores numéricos. Así pues, la evaluación vendrá dada por el juicio subjetivo del equipo de técnicos y se usa este método para revestir el análisis de la máxima objetividad posible.
De este modo, por un lado se clasifican los factores ambientales por orden de importancia, por otro se comparan cualitativamente las diferentes alternativas contempladas en el proyecto por medio de un parámetro previamente seleccionado, y finalmente se selecciona la mejor alternativa en función de su importancia y de la relación que guarde con los factores ambientales seleccionados.
Así, son cuatro los pasos a seguir:
1º. Elaborar una relación de factores.
2º. Clasificarlos por orden de importancia.
3º. Comparar las distintas alternativas para cada factor de forma cualitativa.
4º. Elegir la mejor alternativa, en función de su posición respecto a cada uno de los factores ambientales y de su importancia.
Un ejemplo de una matriz con este método sería por ejemplo esta:
Se han valorado cuatro alternativas y se han elegido seis factores, enumerados por orden de importancia, siendo el primero el más importante y el sexto el menos importante, y para cada factor ha asignado un uno a la mejor alternativa y un cuatro a la peor.
Aunque en otros casos va a ser más complicado, en este queda bastante claro que la alternativa 1 es comparativamente la mejor, y que la 4 es la peor, siendo la 2 y la 3 más similares entre ellas.
El problema de este método es que no se efectúan valoraciones cuantitativas y además no tiene en cuenta el carácter dinámico de los factores ambientales.
B. MÉTODO DE FISHER-DAVIES
El objetivo primordial de esta técnica es evaluar los impactos ambientales en el marco de un proceso integrado de planificación.
El método consta de tres etapas:
1º. Comienza con la evaluación de la situación de referencia o preoperacional, es una medida de la degradación de partida del entorno, puntuando del 1 al 5 de forma subjetiva según el juicio del equipo evaluador, que debe ser multidisciplinar, y de acuerdo con la importancia de cada parámetro ambiental estudiado.
2º. En la matriz de compatibilidad se relacionan los elementos considerados importantes en la etapa anterior y las acciones derivadas del proyecto. Se califica también del 1 al 5 cada casilla de interacción precedida del signo + o – según el impacto sea positivo o negativo. Esta matriz ha de hacerse para cada una de las alternativas.
3º. Finalmente, la matriz de decisión reagrupa los valores atribuidos a los elementos importantes en las diversas alternativas. A la vista de esta matriz se adoptarán las decisiones correspondientes al proyecto estudiado.