Métodos de detección y medición
Existe un gran número de sistemas y modelos para la evaluación de impactos ambientales, que se debaten entre los muy genéricos y los muy específicos, los de base cualitativa y los de base cuantitativa (requiriendo extensas bases de datos o instrumentos de cálculos sofisticados), los de tipo estático y los de tipo dinámico…
Aclarar que no existe una metodología estándar para identificar y valorar impactos, por eso se requiere un equipo multidisciplinar, una buena dirección del proyecto y técnicos especializados.
Inicialmente las diferentes metodologías surgen de modelos que fueron elaborados “ad hoc” para proyectos concretos, y que con el paso del tiempo se generalizaron para su uso en casi cualquier tipo de actuación, en un proceso complejo lleno de errores y correcciones que van perfeccionando la técnica.
Son numerosos los métodos desarrollados y utilizados en los diferentes EsIA, según su contenido, forma o estructura. No obstante, no existe ningún método que por sí solo permita satisfacer la multitud de valoraciones que se realizan en un EsIA. Por tanto, el tema esencial está en seleccionar adecuadamente los métodos a utilizar, para adecuarlos a las necesidades específicas de cada proyecto.
Los métodos elegidos deben presentar, al menos, las siguientescaracterísticas:
- Adecuados para la identificación de impactos y la correcta comparación de las diferentes alternativas.
- Lo más objetivos posible, alejados de los puntos de vista personales del equipo técnico que los utilice.
- Económicos en términos de tiempo, equipos, técnicos, datos y otros costes asociados.
Las metodologías no dan por sí mismas respuestas definitivas a todas aquellas cuestiones relativas al impacto ambiental de un proyecto y sus posibles alternativas. Pero ayudan a los técnicos que realizan el EsIA a no descuidar ningún impacto y a hacer sostenible una determinada actividad.
Seleccionar el método adecuado quedará del lado de la competencia profesional de los redactores del EsIA, conforme a sus conocimientos y experiencia en la materia. Estos profesionales volcarán sobre el documento definitivo su juicio crítico sobre los datos disponibles, analizando e interpretando los efectos que sobre el entorno generaría el proyecto en cuestión.
Según la clasificación de Warner y Bromley (1974), existen cinco tipos de metodologías de EIA:
1. Métodos “ad hoc”.
2. Técnicas gráficas mediante mapas y superposiciones.
3. Listas de chequeo.
4. Matrices.
5. Diagramas.
Basados en esta clasificación, se detallan a continuación las principales categorías metodológicas para la EIA y, en cada una de ellas, los métodos más conocidos y empleados actualmente.
1. Sistemas de red y gráficos:
- Matrices causa-efecto (Leopold): se trata de una matriz donde las filas representan los factores ambientales y las columnas las acciones del proyecto. Los impactos se cuantifican en los cruces de cada factor con cada actividad. Más adelante se verá detalladamente debido a su importancia.
- Listas de Chequeo: son listas específicas de factores y/o vectores con posible incidencia ambiental. Son especialmente útiles en análisis previos, fáciles de usar y cubren casi todas las áreas de impacto. El problema es que son generalistas, no muestran interacciones y no localizan espacialmente los impactos.
- Sorensen: tiene forma de malla o árbol y representa de forma gráfica la relación causa-condición-efecto. Identifica los impactos de una posible acción en el medio y considera las interacciones, pero es muy complejo y a mayor número de interacciones menos valor práctico tendrá.
- Bereano: se usa para la selección de alternativas de un proyecto, colocando los factores en las filas y las alternativas en las columnas, y las relaciona.
- CNYRPAB: identifica impactos usando dos matrices, una que relaciona las condiciones iniciales del ambiente y el estado de los recursos naturales con las posibles acciones, y otra que relaciona esas condiciones y recursos con los impactos directos identificados.
2. Sistemas cartográficos:
- Superposición de transparencias: se trata de elaborar mapas de impacto mediante la superposición en un mapa de transparencias que indiquen el grado de impacto previsible mediante código de color o símbolos. Cada transparencia está dedicada a un factor ambiental determinado.
- GIS: son sistemas de información geográfica que usan la superposición de capas de información.
- Mc Harg: tiene mucho en cuenta las características del territorio, no llega a evaluar de forma exhaustiva los impactos pero identifica muy bien los recursos. Consiste en la realización de un inventario que se representa en mapas con los distintos factores del medio, teniéndose en cuenta la causalidad de los factores que considera como indicadores de los procesos naturales. Por otro lado, se interpretan los datos del inventario en relación con las actividades y se transforman en mapas de capacidad intrínseca para cada una de las actividades.
- Análisis de sistemas: tratan de tener una representación del modo de funcionamiento global del sistema hombre-ambiente. Implica un análisis sistemático que debe definir el objetivo a alcanzar para conseguir la resolución del problema, así como las soluciones alternativas para alcanzar los objetivos. Las soluciones se introducen en un cuadro determinado que al final da la solución óptima.
3. Métodos basados en indicadores, índices e integración de la evaluación:
- Método de Holmes: clasifica los valores ambientales por orden de importancia, se comparan cualitativamente las variantes del proyecto a través de un parámetro seleccionado previamente y se escoge la mejor variante en función de su importancia y de su posición respecto a los factores ambientales.
- Método de la Universidad de Georgia.
- Método de Fisher-Davies.
4. Métodos cuantitativos:
- Método del Instituto Batelle-Columbus: se puede usar para planificar a medio-largo plazo proyectos con el mínimo impacto ambiental posible o para medir un impacto ambiental sobre el medio de diferentes proyectos.
De manera general para todos los casos, la metodología puede resumirse en:
o Describir el medio como un conjunto de factores medioambientales.
o Describir la actividad que se evalúa como un conjunto de acciones.
o Identificar los impactos que cada acción tiene sobre cada factor.
o Caracterizar cada impacto mediante la estimación de su importancia.
o Analizar la importancia global de la actividad sobre el medio, utilizando las importancias individuales de cada impacto.