Aguas regeneradas
Las aguas residuales debidamente tratadas se conocen como aguas regeneradas, y ya pueden ser devueltas al cauce hídrico o directamente al mar, o pueden reutilizarse para determinados usos dentro de la propia empresa o en alguna actividad cercana, por ejemplo:
- Riego: Tanto en explotaciones agrícolas (para cultivos) y ganaderas (para pastos), como en explotaciones forestales o incluso en zonas verdes y jardines dentro de las propiedades de la empresa, siempre que se garantice la salubridad del suministro.
- Refrigeración: en usos industriales donde se consuma frecuentemente se pueden instalar sistemas eficientes de recirculación.
- Limpieza: de parcelas, caminos, vehículos, maquinaria… y todos aquellos elementos inertes que no puedan verse afectados por posibles patógenos presentes en el agua.
- Saneamiento: para recarga de las cisternas de los inodoros y otros sistemas de recogida de excrementos de origen animal (por ejemplo en explotaciones porcinas o avícolas).
- Sistemas contra incendios: también se puede utilizar esta agua para abastecer las bocas, mangueras y aspersores situados en el interior de las instalaciones de la empresa para hacer frente a posibles incendios.
Pero al igual que tiene multitud de usos, se desaconseja el empleo de agua regenerada para fines como el consumo humano, usos recreativos como el agua de baño, fines ornamentales y en general cualquier uso que pueda poner en riesgo la salud de las personas. En este sentido, las autoridades sanitarias de la mayoría de los países establecen aquellos usos para los que puede usarse el agua depurada y aquellos para los que no.
Las mayores ventajas que ofrece la reutilización son:
- La garantía en el suministro: porque la fuente, el agua residual, está siempre disponible en cantidades incluso excesivas.
- Quita presión sobre los recursos hídricos naturales: que ya pueden ser destinados a los usos más exigentes, como el consumo humano.
- Mejora la calidad del dominio público hidráulico: Al evitar que las aguas residuales lleguen a verterse directamente sobre el mismo.
- Abarata los costes de explotación: en todas aquellas actividades donde puedan utilizarse aguas regeneradas.
- Ahorra energía: en los casos en que la fuente de agua regenerada se encuentre más cerca de la instalación de consumo, que la de agua potable.
Pero además de la prohibición para determinados usos, las principales limitaciones para la utilización de aguas regeneradas son:
- La lejanía de las EDAR con respecto a los principales puntos de consumo.
- Las costosas medidas de seguridad (sanitarias) necesarias para la canalización, transporte y distribución de las aguas regeneradas.
- La limitada capacidad de almacenamiento temporal de estas aguas.
- La mala imagen pública de este recurso…
Antonio Martín Velázquez
Director Técnico de Medio Ambiente