Los ecosistemas

Para saber qué es un ecosistema comenzaremos con una actividad muy sencilla y práctica.

Vamos a pensar en objetos o sistemas de nuestra vida que nos puedan servir como símil. Para ello debemos pararnos a pensar unos minutos y reconocer algún elemento que conozcamos, en el cual existan componentes conectados cuya interdependencia sea clara, ¿Se os ocurre alguno?

Como ejemplos posibles os presento los siguientes:

¿Por qué estos ejemplos?, ¿Qué tienen en común?

Bien, si nos fijamos podemos ver que el bolígrafo, el sistema digestivo y la bicicleta están formados por diferentes elementos relacionados entre sí estrechamente, de manera que si uno de ellos falla el resto se siente repercutido.

Pongamos por caso que en el ejemplo de la bicicleta se nos estropeara la cadena, pues bien, ya no podríamos utilizar la bicicleta de nuevo; aunque el resto de elementos de la bicicleta estuvieran en perfecto estado, se verían afectados.

Lo mismo ocurriría con cualquier pieza del bolígrafo, y ni que decir tiene, con el sistema digestivo.

Este tipo de relaciones existen en nuestros ecosistemas. Como muestra, vemos a continuación la definición de ecosistema que nos ofrece la Real Academia de la Lengua:

"(De eco-¹ y sistema).

1.m. Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente."

Ahora, vamos a conocer qué elementos componen un ecosistema.

Para hacer más sencilla esta cuestión pensemos en un ecosistema en concreto, por ejemplo, un bosque.

En un bosque podemos encontrar seres vivos, como es el caso de las plantas, los hongos, los microorganismos y toda la cantidad de animales que en él habitan. También encontramos elementos inertes como el aire, el suelo, las rocas y piedras, los ríos y arroyos o el sol.

Así bien, en un ecosistema encontramos seres vivos e inertes que cumplen diferentes funciones y tareas. Al conjunto de organismos vivos lo denominamos biocenosis, y el medio inerte o abiótico donde viven, biotopo.

Al igual que ocurre con el concepto de medio ambiente, un ecosistema no es tan solo lo referido a un medio natural, sino que existen multitud de ejemplos diferentes.

Ejemplos de ecosistemas son los siguientes:

• Hormiguero.
• Huerta.
• Ciudad.
• Selva.
• Playa.
• Pueblo.
• Casa.
• Pecera.

• Granja.

• Escuela.
• Planeta Tierra.

Vemos que en todos ellos encontramos la biocenosis y el biotopo, es decir, seres vivos y seres inertes; además debemos fijarnos que en todos los ejemplos expuestos ocurren relaciones complejas entre todos los elementos que conforman al ecosistema en cuestión.

El siguiente paso es reflexionar sobre cómo el ser humano repercute en los ecosistemas en los que habita.

Para ello os propongo la visualización del siguiente corto animado titulado “Man”:

Existen multitud de formas de clasificar los impactos del ser humano en su medio, en los ecosistemas, uno de ellos es categorizarlos en impactos locales e impactos globales.

Como impactos globales podemos nombrar:

• Efecto invernadero.
• Deforestación.
• Disminución de la capa de ozono (O3).
• Pérdida de biodiversidad.
• Contaminación de la tierra, del aire y del agua.

Los impactos locales afectan directamente a una zona determinada. Podemos destacar los siguientes:

• Vertederos incontrolados.
• Incendios.
• Tala abusiva de árboles.
• Contaminación acústica y lumínica.