Control de la frecuencia cardíaca
Una de las formas más fiables de saber cómo estamos de forma física a la hora de practicar ejercicio es calculando nuestra frecuencia cardíaca.
Para calcularla seguiremos el siguiente proceso:
Descansamos varios minutos después de llevar a cabo el ejercicio, para conseguir estar totalmente en reposo, y una vez conseguido esto, colocaremos las yemas de los dedos índice y medio en la zona donde mejor nos encontremos el pulso.
Las más habituales son, por un lado, la arteria radial (denominada así por su proximidad al hueso radio) como muestra la imagen.
Por otro lado, otra de las zonas donde mejor nos localizaremos el pulso será en los vasos sanguíneos del cuello, a la izquierda o la derecha de la nuez de la siguiente manera:
Una vez localizadas las pulsaciones, contaremos cuantas tenemos durante un minuto, y lo habitual, seria que fueran inferiores a 90.