Diabetes Mellitus - Generalidades
El azúcar que circula en la sangre (también denominada glucosa) es la principal fuente de energía para el ser humano, y el cuerpo dispone de ella rápidamente cuando la necesita, para mantener sus funciones.
El organismo no puede vivir sin ella. La principal fuente de azúcar en la sangre o “glucosa sanguínea” son los alimentos.
El ser humano consume, tres nutrientes que aportan energía. Las proteínas, los carbohidratos (o hidratos de carbono) y las grasas. Todos los carbohidratos, el 60 % de las proteínas y el 10 % de las grasas de nuestros alimentos o bebidas se convierten en azúcar.
La cantidad de glucosa en la sangre se le llama “glicemia”. Cuando el individuo padece Diabetes, el azúcar se acumula en la sangre en lugar de entrar en las células donde, normalmente, es almacenada o transformada en energía. Para llevar a cabo estas funciones se necesita de una hormona, denominada insulina.
En la diabetes, la glucosa se acumula en diversos tejidos y daña su estructura y función. Los nervios acumulan agua y compuestos anormales que causan alteraciones funcionales reversibles o daño estructural, o ambos. Los riñones y los ojos son órganos que se pueden afectar a causa de la diabetes.
La insulina, baja las glicemias, actúa como una llave que abre las “cerraduras” de las células para que la glucosa pueda entrar y ser utilizada. En una persona obesa la insulina no actúa correctamente. Esto es porque en los obesos las “cerraduras” para la insulina se alteran en su forma y en su número y para “abrirlas” se requiere el doble, el triple o aun más de la insulina que en una persona delgada. A esta anormalidad, llamamos diabetes tipo 2.
En personas obesas con diabetes de reciente diagnóstico y que bajan de peso, la insulina puede retomar nuevamente su función y la glucosa mantenerse en sus valores normales. Por eso, uno de los objetivos principales del tratamiento es alcanzar el peso ideal.
El caso opuesto es el de la diabetes de aparición en la infancia o adolescencia, en que la mayoría de los casos se debe a una producción insuficiente de insulina, en ellos no es común la obesidad, por lo que no tienen problemas para que actúe la insulina. Esta se llama diabetes tipo 1.
Algunas mujeres durante el embarazo pueden tener aumento del azúcar en la sangre (diabetes mellitus gestacional) y en estos casos es muy importante recibir tratamiento oportuno y seguir una alimentación adecuada porque de otra manera el bebé puede ser afectado.
La meta del tratamiento es mantener el nivel de glicemias tan normal como sea posible (menos de 120 miligramos por decilitro (o sea 120 mg/dl medida en ayunas). Las variaciones extremas en cualquier dirección (nivel alto o bajo) causan problemas.
Además, también es importante que los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre sean los adecuados y que la presión arterial se mantenga dentro de límites normales. El objetivo es prevenir o retrasar la aparición de las complicaciones tempranas y tardías relacionadas con la diabetes.
Un plan de alimentación apropiada contribuye a lograr todos estos objetivos. El tratamiento puede complementarse con medicamentos tomados por vía oral y el empleo de insulina.
Es el médico quien prescribirá el tratamiento más conveniente para el tratamiento de la patología.
La obesidad aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades, como la ateroesclerosis, la hipertensión y la misma diabetes. Las personas obesas, muchas veces se preguntan el porque de su obesidad.
En casi todos los casos, el origen de la obesidad es claro: las personas obesas han comido durante meses o años pasados, más de lo que su cuerpo necesitaba. En consecuencia, el exceso de energía se ha almacenado en el cuerpo en forma de grasa, aunque la cantidad de energía que requiere cada individuo es variable y es determinada por diversos mecanismos como la herencia y la condición física.
Para bajar de peso es necesario disminuir la cantidad de calorías que se consumen habitualmente. Se debe tomar en cuenta la composición de la alimentación, así como los horarios de las comidas para tener un control aceptable de las glicemias. Es necesario que esto se haga teniendo una orientación adecuada.
A través de este curso, se podrá comprender la importancia de una alimentación correcta para controlar la diabetes y de comer sanamente y disfrutar de cada una de las comidas.
Este curso le servirá de referencia, pero recuerde que debe consultar con su médico en caso de problemas de salud y seguir sus recomendaciones.
Curso elaborado para AulaFacil por la nutricionista Carina Barboza