El Concepto de la Calidad
El concepto de la calidad es en ocasiones ambiguo, por las diferentes utilizaciones del término. Vulgarmente se afirma que los productos con un nivel superior de atributos poseen mayor calidad que otros con niveles inferiores, si bien, hablando en propiedad, podemos afirmar que los atributos del bien son diferentes y que la calidad no radica en los atributos propios del bien.
Un coche Mercedes no tiene más calidad por sus atributos que un Peugeot 205, ni un tren de alta velocidad tiene mayor calidad que un expreso porque tarde mucho menos tiempo en realizar el recorrido.
Ambos son simplemente productos competidores con atributos diferentes. La calidad de unos u otros productos o servicios vendrá dada porque se mantengan regularmente todos los atributos propios del bien.
Si el atributo del tren expreso es realizar su recorrido en ocho horas y el 100% de los expresos cumple el horario, estaremos ante una calidad excelente, mientras que, si el horario previsto para el tren de alta velocidad en el mismo recorrido es de dos horas y media y el 10% de los trenes tarda tres horas, estaremos ante una calidad deplorable.
Así pues, no se debe confundir calidad con lujo o niveles superiores de atributos del producto o servicio, sino con la obtención regular y permanente de los atributos del bien ofrecido a los clientes.