Los Métodos Participativos
Los métodos participativos promueven la creación de grupos de trabajo en equipo entre el personal de la empresa, con tres fines fundamentales:
- Conseguir una mayor implicación y motivación de las personas en las acciones de mejora de la calidad ofreciéndoles la posibilidad de participar activamente en el diseño de las acciones y en la toma de determinadas decisiones. Normalmente, la implicación en la puesta en marcha de acciones decididas por uno mismo es mayor que en la ejecución de acciones ordenadas por otros.
- Hacer aparecer ideas de mejora de la calidad de los productos o los procesos en las personas que ejecutan esos procesos.
Las personas que realizan las operaciones de la empresa conocen muy bien su trabajo y pueden tener ideas de mejora que es necesario hacer aflorar e implantar.
- Mejorar la profesionalidad de las personas participantes, su conocimiento de la calidad y el sentido de su trabajo en el conjunto de la empresa.
Los métodos participativos toman diversas formas y denominaciones en las empresas, como grupos de progreso, círculos de calidad, comités de calidad o grupos operativos, entre otros.
La característica común es que se constituyen un grupo de trabajo en equipo, formado por un número de participantes entre cuatro y ocho, que se reúnen periódicamente para establecer acciones de mejora de la calidad.
Estos grupos pueden ser de un solo departamento o interdepartamentales, con la presencia o no de jefes jerárquicos, que tratan temas concretos o eligen el tema a tratar, de participación voluntaria u obligatoria, de mano de obra, mandos o directivos, y que son permanentes o desaparecen al terminar el objeto de su creación.
Casi todos ellos siguen un mismo proceso de actuación con las siguientes etapas esenciales:
- Determinación y conocimiento del tema a tratar.
- Análisis y estudio del tema.
- Presentación de alternativas de solución y elección de la más adecuada.
- Evaluación del coste / beneficio de la solución.
- Determinación de indicadores de seguimiento de los resultados.
- Puesta en marcha y seguimiento.
Estos grupos de trabajo utilizan en cada una de las etapas descritas diversos métodos de gestión sencillos, denominados herramientas de calidad, para lo que reciben una formación especializada.
Existen diversas herramientas de calidad de este tipo, entre las que podemos cita por más universalmente utilizadas «la tormenta de ideas» o brainstorming, el diagrama de Pareto y el diagrama causa-efecto.
LA TORMENTA DE IDEAS
La tormenta de ideas o brainstorming tiene por objeto expresar ideas que se les ocurran a los participantes para fomentar la creatividad del grupo, que se configura e torno a un líder o animador de la reunión.
El proceso se rige por seis reglas básicas:
- Establecer claramente el objetivo del brainstorming.
- Cada persona puede tomar la palabra secuencialmente para decir lo que se le ocurra en relación al tema o intervenir de una manera espontánea.
- Decir lo primero que viene a la mente. Es necesario tener grandes dosis de imaginación y expresar libremente cualquier idea que se le ocurra.
- No se admiten críticas en el grupo, ni a las personas ni a las ideas expresadas.
- Se busca más la cantidad de ideas, que la calidad de las mismas. En fases posteriores se depurarán esas ideas.
- Se pueden hacer combinaciones de las ideas de unos con las de otros. El esfuerzo de producir ideas es común.
Una variante del brainstorming es el metaplán, en el que las ideas expresadas recogen en tarjetas que se adhieren a un panel para su discusión posterior.
EL DIAGRAMA DE PARETO
El diagrama de Pareto es un gráfico de barras que muestra ordenadas de mayor a menor las frecuencias de determinados hechos.
Permite identificar los datos más frecuentes de un conjunto de informaciones para priorizar los análisis o la toma de decisiones.
Veamos un ejemplo: El número de reclamaciones de una empresa se ha clasificado y contado durante un período de tiempo determinado, en este caso durante un año, obteniéndose los siguientes datos:
La distribución de frecuencias ordenada de mayor a menor en términos absolutos (eje vertical de la izquierda) y en términos relativos acumulados (eje vertical de la derecha) es la curva de Pareto.
DIAGRAMA DE PARETO DE LAS RECLAMACIONES
Esta curva nos indica que actuando sobre las reclamaciones del tipo A y B habremos actuado sobre el 70,1 % de las reclamaciones, de forma que nos ha permitido elegir las actuaciones prioritarias.