Marco de trabajo para la administración integral de la producción y de los inventarios

stocks

La descripción de la gestión de stock se inicia con la “administración de la demanda”.

Éste es el proceso que se encuentra más estrechamente relacionado con el mercado, pues sirve como enlace entre éste y la producción, tanto para la entrada de recursos como para la salida del producto. La administración de la demanda es por mucho una actividad centrada en varios aspectos.

En primer lugar, la información, que consiste en obtener información de los clientes, mantener datos sobre la disponibilidad de productos y vigilar que haya correspondencia entre la oferta y la demanda.

Éste es el proceso que proporciona la información para ajustar la tasa de producción a la salida requerida.

El apartado “Planeación Maestra” describe los conceptos empleados en el desarrollo del plan de producción y el programa maestro de producción (PMP). Vollmann aclara que “estos dos planes son elementos de unión clave entre la alta gerencia de la empresa y el departamento de producción.

El proceso de planeación maestra enlaza los planes de cada uno de los otros grupos funcionales principales (ventas, mercadotecnia, finanzas, etc.) con los de producción. Las actividades de este proceso se denominan ‘el control de la alta gerencia sobre el negocio’”.

La “planeación de la capacidad” es el proceso que se vincula de manera más global en el marco de trabajo.

La capacidad disponible impone las limitaciones a lo que puede fabricarse. La producción está restringida no sólo por los materiales, personas y capital a corto plazo, sino también por le espacio físico y otras restricciones para el largo plazo. Los enlaces de la planeación de la capacidad con otros procesos indican la importancia de comunicar estas limitaciones a fin de ajustar otros planes y expectativas en la organización.

Aunado a lo anterior, el proceso de planeación maestra establece los planes globales de salida al departamento de producción, el proceso de “planeación detallada de materiales” convierte estos planes en las cantidades exactas de materias primas, partes, componentes y subesambles necesarios para cumplir con los planes. Se preparan los programas para estos requerimientos detallados tanto para compras como para fabricación interna.

Este proceso está ligado muy estrechamente a aquél de producción física, y la programación de la producción esta limitada por la capacidad disponible.

Una empresa manufacturera típica procesa gran número de partes y componentes que se alimentan al proceso de ensamble. El volumen de actividad y la naturaleza dinámica del proceso de producción crean una planta de producción en un estado de cambio constante. Este dinamismo no siempre va por buen camino; las cosas pueden salir mal y a veces así ocurre.

La relación estrecha entre el proceso de producción física y la planeación detallada de materiales significa que los planes se deben revisar constantemente de acuerdo con los cambios que tienen lugar en la planta de producción.

Un segundo aspecto de los elevados niveles de actividad es el mismo volumen de programas que produce el proceso de planeación detallada de materiales. Cuando se combina con el dinamismo de la planta de producción, surge la necesidad de manejar los flujos de información, la base de datos y los sistemas que hacen que todo se mantenga unido.

Una de las fuerzas de cambio más significativos en el área de producción en las últimas dos décadas ha sido el movimiento justo-a-tiempo (JAT)y todas sus variedades.

Ningún curso sobre gestión de stock estaría completo si no incluyera una sección sobre el tema. Al principio, el justo-a-tiempo se entendía como un sistema de control de inventarios, cuyo objetivo era producir una pieza justo-a-tiempo para utilizarse en un centro de trabajo subsiguiente o por un cliente, con lo cual se elimina la necesidad de inventario.

Pero también Vollmann aclara que “con el paso del tiempo, el concepto de justo-a-tiempo se ha transformado en una tendencia de fabricación en la que se debe eliminar todo el desperdicio (las actividades que no agregan valor), y no sólo el inventario.

Estas interpretaciones a veces se conocen y diferencian como ‘pequeño JAT’ y ‘gran JAT’”.

El proceso final en el marco de trabajo es el “control de las actividades de producción (CAP)”. Ésta es la actividad en la que se inspecciona y compara el desempeño de la producción frente a los planes y programas, con los cambios que se hacen para corregir los problemas.

Las actividades de control de este proceso no sólo para las instalaciones de producción de la empresa; también se extiende a la base de los proveedores.

La perspectiva que se adopta aquí es que el control de la capacidad externa es tan importante como el de la interna. Hay que tomar en cuenta, que cada una de éstas fases contiene una serie de decisiones tomadas por las personas que realizan el control integral de la producción y de los inventarios.

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