Aspectos éticos en investigación educativa: verdad vs legalidad
El futuro investigador o el curioso ya habrá notado, a partir solamente de los aspectos éticos involucrados respecto a los sujetos, que se produce un choque directo entre dos aspectos que (en un mundo ideal) deberían ir a la par: la verdad vs la legalidad.
Cualquier investigador profesional o incluso persona con sentido común entiende que una investigación que incurra en acciones ilegales o incluso poco éticas (depende cual) no deja de ser verdadera en sus resultados o su validez metodológica. Es más, hay casos en los cuales la violación de un cánon ético ha posibilitado el desarrollo de una investigación más fiel, real y con validez ecológica.
El problema radica en que si bien es cierto que el incumplimiento de ciertas normas no invalida a efectos concretos los resultados de una investigación, si invalida la posibilidad de difundir, publicitar o promover acciones en torno a dicha investigación. Además, cualquier canal de comunicación académico o científico serio y que se precie de tal, rechazará la publicación de cualquier investigación que no se haya ceñido a estrictos protocolos de seguridad e integridad de los participantes de una investigación.
Es decir, se tratará de un esfuerzo inútil.
Si bien es cierto que hay investigaciones perfectamente éticas que ocultan información y no por eso pierden validez, debe entenderse que incluso la ética se maneja entre límites difusos. Hay casos en los cuales revelar información realmente arruinaría una investigación por completo (sucede por ejemplo en psicología que a veces no puede decirse a un sujeto en que se le está evaluando exactamente, pero sí se le revela que está participando de una investigación)
Para saltar cualquier tipo de inconveniente grave que pudiese desprenderse de algún gris en el diseño de la investigación, siempre lo mejor es acordar con la institución y, en caso de no obtener respuesta, buscar precedentes en investigaciones similares de otros equipos de investigación.