Etapas del autismo
Antes de empezar la lección sobre las etapas del autismo, me gustaría mencionar una frase de un famoso autor que dice así: “El autismo es la sombra que deja en el desarrollo una dificultad o imposibilidad para construir ciertas funciones psicológicas cuyo momento crítico se extiende entre el año y medio y los 5-6 años” (Rivière, 1997).
Sabiendo esto, debemos ser precavidos antes y después del diagnóstico para tratarlo según sus necesidades.
A pesar de que es complicado generalizar los síntomas y la progresión del trastorno ya que depende de la persona en concreto), es posible describir como éste cambia a medida que el niño autista se desarrolla. Por lo tanto, podríamos clasificar este proceso en etapas, las cuales se desarrollarían de esta forma:
- De los cuatro a cinco meses: no aparece ningún tipo de actitud anticipatoria cuando alguna persona va a cogerle. Los balbuceos no aparecen e incluso pueden retrasarse de forma tardía.
- Los primeros seis meses: el bebe puede ser un tanto exigente en sus necesidades y no suele aparecer la sonrisa como satisfacción a las mismas.
- De los seis meses al año: el bebe muestra una actitud de negación ante ciertos alimentos, se niega a masticar o tragar algunos alimentos sólidos que se les ofrece. En este caso y sin intervención de especialistas, se mantiene al niño mediante alimentos propios de bebes durante un largo periodo de tiempo. Suele existir ciertos retrasos o aceleración en el proceso de gatear, andar o sentarse y en esta edad, ya se podría observar una actitud de miedo ante aquellos hechos que suceden a su alrededor. Tampoco existe la comunicación no verbal.
- Segundo y tercer año: el niño busca estimulación en su entorno y adquiere una actitud peculiar, como por ejemplo rechinar los dientes. El juego no sería imaginativo, ya que se basaría en la colocación de objetos dando vueltas sobre sí y perdería cierta autonomía, pues requeriría a alguien para que pueda coger algún objeto que realmente desea.
- Cuarto y quinto año: durante estos años, el niño producirá pocas palabras y se limitará a producir frases simples, por lo que en esta etapa sería un síntoma que identificaría que padece dicho trastorno.
- Quinto o sexto año: los niños seguirían desarrollando progresivamente los síntomas descritos anteriormente, aunque también puede aparecer un cambio leve de actitud, ya que se podrían desarrollar nuevos síntomas que debería de analizar un especialista.
- Sexto año: si el lenguaje no se ha formado lo suficientemente como para formar frases elaboradas, es muy probable que no se pueda avanzar de la misma forma en un futuro, ya que el desarrollo de éste durante los primeros años de vida es crucial. Si esto ocurre, es posible que el desarrollo intelectual del niño disminuya y se cree actitudes de un retraso mental.
- Posterior al sexto año: cuando el niño posee ya los seis años de edad, va creando su propia personalidad (sus preferencias y gustos) y es aquí cuando sería más fácil identificar que el niño tiene autismo. Por lo tanto, sería muy importante que se identifiquen las anteriores fases, ya que para este tipo de trastorno es fundamental una buena detección temprana.