Presentaciones orales ante una audiencia (1)

Seguramente a muchas personas le ocurre lo siguiente: cuando en una situación de clase, hay que responder o exponer un tema desde el asiento, se reflexiona sobre ese tema que se conoce, se aportan argumentos y opiniones, pero cuando la persona tiene que ponerse de pie y pasar adelante, para exponer ante el grupo su punto de vista, o para presentar un tema, se produce un olvido, un temblor, una parálisis que no tiene explicación. Esto es más común de lo que uno cree y algo que puede mejorarse y cambiar.

Cuando las personas están sentadas, piensan, hablan, reflexionan, discuten, con gran capacidad y solvencia sobre temas que conocen y dominan, por una sencilla razón: tienen  gran práctica en hablar sentadas, rodeadas de elementos “protectores”: compañeros/as, mobiliario, etc.

En cambio, cuando se ponen de pie, se sienten indefensas, no existe algo que las rodea, se sienten sin protección. Los estudiantes y las personas, en general, no están acostumbrados a reflexionar ni a hablar de pie. Y por este motivo surgen reacciones que nos bloquean internamente.

 

¿POR QUÉ TENEMOS MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO?

Siempre es como consecuencia de la inseguridad general, o dudas respecto al tema que vamos a presentar. Dudamos que sepamos lo suficiente para convencer. A veces, tenemos miedo al rechazo o al ridículo. 

Lo primero que hay que hacer es reconocer que no se trata de miedo, sino de una ansiedad interna y aceptar que no somos los únicos a los que les pasa esto. Y lo segundo saber muy bien el tema que se va a presentar ante una audiencia.

Las personas que experimentan esa ansiedad, también llamada "miedo escénico" es porque no han desarrollado las habilidades y la confianza necesarias para sobreponerse. 

IMPORTANTE: lo que uno siente al pasar adelante, no es lo que la audiencia ve y siente.

Se puede estar muy nervioso/a y pensar que se nota. Al terminar, la gente nos confirma que nadie lo notó. Me tendría que preguntar: ¿qué es lo peor que puede pasar? Porque la presentación no es una instancia de vida o muerte.

El nerviosismo es un estado interno que hay que controlar diciéndose a sí mismo: puedo hacerlo, lo voy a lograr, si otros lo hicieron yo también, soy capaz de hacerlo porque me preparé.

 

PREPARACIÓN DE UNA PRESENTACIÓN

Lo primero que hay que tener en cuenta al preparar una presentación en público, es el tipo de audiencia a quien se expone lo que se va a presentar.

Una vez identificadas las características de la audiencia y el entorno (sexo, edad, intereses, nivel de conocimientos,  lugar de la presentación, tecnología disponible, etc.), hay que preparar el mensaje a la medida de quienes lo van a escuchar, haciéndose estas preguntas:

  • ¿Qué será lo que este grupo de personas considera importante?
  • ¿Qué materiales serán significativos y valiosos para mis oyentes en estas circunstancias?

Teniendo estos datos hay que organizar el contenido de la información de manera lógica y ordenada. Así se logrará que a los asistentes le resulte más fácil de escuchar, asimilar y retener lo que se presente.

La mayoría de nosotros no hemos sido capacitados para escuchar y, por lo tanto, la gente no se toma el trabajo de organizar el mensaje que se les transmite, si le resulta aburrido o cansador. Si los datos que recibe son complicados y confusos, parte de la audiencia preferirá desconectarse y considerará al presentador como complicado y confuso.

La audiencia no se encarga de organizar mentalmente por nosotros los temas que  vamos a presentar, tenemos que organizarlos para la audiencia.

Los oyentes percibirán la presentación más positivamente si se les facilita la tarea.

El esquema a tener en cuenta es muy sencillo: es el esquema que uno espera que le transmitan:

  • Que me empiecen diciendo de lo que van a hablar, breve y claramente,
  • que lo desarrollen, eso que me dijeron que van a decir,
  • y  finalmente que me resuman lo que han dicho

                        

En primer lugar, dar una visión general, una síntesis o anuncio de lo que se va a tratar y hacerlo de un modo atractivo. El mensaje oral posee unas características que le hacen diferente al mensaje escrito. Desde un principio, el comunicador debe mostrar con claridad y sencillez lo que quiere transmitir. Claridad para hacerse entender y para conseguir atraer a la audiencia.  

La atención del público disminuye después de, aproximadamente, los primeros quince a veinte minutos, y va decreciendo cada vez más.

Si bien es muy conveniente usar medios audiovisuales que refuercen lo que se quiere transmitir, sin embargo, siempre hay que utilizar esos recursos con moderación, procurando que sean ilustrativos, entretenidos, claros, impactantes y sugerentes, y nunca abusar de ellos.

Finalmente, una vez desarrollado lo más sustancioso de la comunicación, es el momento de presentar una síntesis lo que se ha dicho. Este final, al igual que ocurre con el inicio, debe estar muy bien elaborado, porque es con lo último que se queda el público, y va a ser como el eco resonante de todo lo dicho.

No sirve terminar de cualquier manera, sino que debe ser algo previsto de antemano y muy cuidado. En el final nos encargaremos de dejar claramente expuesto el contenido fundamental de nuestro mensaje.

El interés crece de nuevo al final. El público espera un resumen del mensaje, especialmente si, por alguna causa, hubo algún momento de distracción o desconexión.

La audiencia no espera algo perfecto, es lo que muchos creemos, pero no es así. Lo esencial de una presentación oral es darle a la audiencia algo de valor.

Si las personas del público, sean estudiantes o  docentes, se van con la idea de haber aprendido algo valioso, o que aprendieron algo nuevo con lo que escucharon, considerarán que la charla o la presentación fue un éxito.

Aunque la persona a cargo de la presentación se haya equivocado en alguna parte, o no haya estado clara en otras, al público no le importará siempre que se lleve un aprendizaje valioso, interesante y actualizado.

 

COMPONENTE NO-VERBAL.

La forma de comunicación con la audiencia presenta diversos canales. Cuantos más canales de comunicación se utilicen, mejor. La comunicación oral en la presentación es el componente Verbal. Además, existe el componente No-Verbal.

No Verbal: gestos, expresiones faciales, movimiento corporal, postura, mirada a todos los puntos del público, forma de vestir, etc.

  1. Visual: diagramas, gráficas, laminas, figuras, objetos, presentaciones computarizadas con diapositivas.
  2. Auditivo: tono de voz capaz de llegar a todos los puntos del salón, variación en el volumen de voz.
  3. Actitud de otros presentadores: si se mueven, hablan, hacen gestos, etc. distraen la atención hacia el que habla.

 

Existen, además,

Interferencias Externas: sonidos, ruidos, gente hablando o tosiendo, acústica muy pobre, temperatura alta o baja, mala ventilación, poca luz, etc.

Interferencias Internas: confusión o poca claridad en el presentador, poco conocimiento de la audiencia, etc.

El oyente se distrae muy fácilmente, por lo que hay que facilitarle al máximo la comprensión. Se trata del arte de hacer fácil lo difícil y sencillo lo complicado. Una presentación excelente será la que, aunque muy bien preparada, sin embargo no lo parezca.

 

PREPARACIÓN de las PRESENTACIONES

  • La audiencia no se encarga de organizar los temas por nosotros, tenemos que organizarlas para la audiencia y las personas entienden mejor cuando el mensaje está organizado y es fácil de seguir.
  • Para organizar la presentación, se prepara de una forma y se expone de otra. Por ejemplo, si la Introducción de una charla, una presentación, una publicación, etc. informa sobre lo que se tratará a continuación, no tiene sentido preparar la Introducción como primer punto. Por lo tanto, al preparar una presentación oral, NO se puede empezar por la Introducción, simplemente porque no se sabe todavía cómo se va a tratar el tema. La Introducción, que será la primera parte de una presentación ante la audiencia, debe ser lo último que se redacte, cuando ya se haya organizado el texto de la presentación. ¿Tiene lógica, no?

Hugo Valanzano Falero

Docente universitario. Licenciado en Biblioteconomía. Docente de Inglés Técnico. Postgrado en docencia universitaria.

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame