¿Y qué es el conocimiento?

Y al final de cuentas, ¿qué es el conocimiento?

Definir el conocimiento parece ser una tarea de naturaleza bastante abstracta, puesto que nada de lo que es es en si mismo un conocimiento. Ante todo, para manejar una comprensión más cabal del tópico, es necesario considerar al conocimiento como un proceso (el de conocer) en el cual el sujeto y la realidad intercambian información. Esto es necesario puesto que las cosas son todas en alguna medida conocibles y a la vez no lo son en su totalidad, por lo que atribuir una categoría inmanente a distintos objetos a través del lenguaje daría la falsa ilusión de inmovilidad del saber, que en la vida real y en la ciencia cambia constantemente.

Hecha esta aclaración, muchos pensadores y hoy la ciencia misma colocan al conocimiento como un conjunto de enunciados en los cuales se reflejan la relación dialéctica que existiría entre las verdades del mundo (realidad objetiva) y las creencias respecto al mundo (realidad subjetiva). El conocimiento es precisamente ese proceso en el cual indudablemente hay algo que se está conociendo, siempre a través del lente subjetivo que la misma naturaleza del ser humano impone.

Con los avances de la Física Cuántica, que encuentra posible su desarrollo a partir del cambio propuesto por Einstein frente a la mecánica clásica, se han extendido a la filosofía una gran cantidad de problemáticas respecto a la naturaleza del universo y sus consecuencias sobre la realidad, poniendo en jaque muchas de las formas de conocimientos estipuladas como verdaderas desde el sentido común. No obstante, sus enunciados suelen quedar por fuera del campo epistemológico, dado que su naturaleza teórica y enorme complejidad matemática lo alejan del objeto de estudio de la disciplina. Esto sin contar, por ejemplo, con las llamadas "hipótesis de trabajo" en Ciencias Sociales y Naturales, que suponen que la validez de un enunciado provisorio no estará dado por su total verificabilidad, sino por su posibilidad de funcionar como verdadero y tener poder explicativo en el marco de la complejidad de los sistemas de saber.