Estrategias para mejorar la comunicación en el aula
Debemos mostrar empatía con el alumnado, interesándonos por sus gestos y sus actitudes en el aula; mostrando siempre un semblante amable, llamándolos por su nombre, escuchando sus opiniones y tratando de que se sientan parte de la formación desde el primer día.
Es fundamental que sepamos escuchar, pues frecuentemente se producen actitudes negativas en este sentido ya sea por espera mental (parece que estás escuchando, pero no es así, simplemente estás esperando a que acabe de hablar el emisor para poder expresar tu opinión), por anticipación (imaginamos que sabemos lo que el emisor quiere decir y no le dejamos acabar la frase, anticipándonos a su final), o simplemente por no prestar atención.
Por ello debemos practicar en el aula una escucha activa (prestando atención a lo que se nos transmite), comprensiva (expresando que entendemos lo que se nos quiere transmitir con el mensaje), y selectiva (preguntando sobre determinadas partes del mensaje, de manera que transmitamos interés).
También colocaremos los asientos en el aula de forma estratégica (generalmente en forma de U); trataremos de hacer preguntas más que de contestarlas; buscaremos que el alumnado se exprese y opine sobre lo tratado en el aula, de manera que se favorezca el debate y la interacción, siempre estableciendo turnos de palabras entre el alumnado para que la comunicación sea lo más fluida posible; trataremos en la medida de lo posible de resumir lo expresado y relacionarlo con el contenido de la formación.